"Vamos Farreti, sé fuerte, por el equipo"

Farrés y los miembros del equipo Himoinsa, una piña

Farrés y los miembros del equipo Himoinsa, una piña / efe

Sport.es

Gerard Farrés aún no ha despertado de su sueño, tras conquistar este sábado el tercer puesto de motos en el Rally Dakar. Toda una gesta a sus 37 años y después de una década desempeñando roles de gregario en la carrera. Un éxito que el de Manresa ha querido atribuir a la labor de equipo Himoinsa, que ha peleado contra las grandes estructuras oficiales de KTM, Honda o Yamaha.

Farrés ha atendido este domingo, nada más levantarse, la llamada de Onda Cero, a la que ha detallado sus sensaciones el día después de celebrar, embargado por la emoción, su podio en Buenos Aires junto a los pilotos de KTM Sam Sunderland y Matthias Walkner, primer y segundo clasificado, respectivamente.

"Es verdad que me emocioné mucho al cruzar la meta. Soy una persona que siento las cosas. Hasta ahora no diría que tenía malos recuerdos del Dakar pero sí me había llevado muchas decepciones y había llorado de impotencia en una carrera tan dura. Pero esta vez ha sido al revés, eran lágrimas de alegría, de felicidad, por el trabajo bien hecho, de todo el equipo", ha subrayado Farrés.

"La sensación al despertarme ha sido de felicidad total por haber conseguido algo que me ha costado muchísimo. Estoy en las motos desde niño y mi familia es de clase trabajadora, gracias a la federación he podido crecer y sin ellos esto no habría sido posible. Fui mochilero de Chaleco López y Marc Coma, pilotos que he admirado y de quien he aprendido mucho. Diez años después es un sueño conseguir un podio en un Dakar tan difícil como ha sido este, no solo por luchar con 30 pilotos de marcas oficiales que invierten tanto dinero, sino por el tema de la altura, el calor, las condiciones tan extremas, superar todos estos límites ha sido muy bonito", ha valorado.

Farrés ha narrado en primera persona los kilómetros finales del Dakar 2017 y cómo se animaba a sí mismo para cumplir su objetivo y no dejar escapar un podio que acariciaba. "La última etapa fue espectacular porque Van Beveren y yo nos jugábamos el tercer puesto en 64 kilómetros de especial. Mis compañeros Dani Oliveras y Antonio Gimeno se pararon en mitad de etapa, cada uno en un radar de control. Al verles sacrificando su carrera, perdiendo tantos minutos su clasificación, para ayudarme se me puso la piel de gallina. Pensaba: ‘¡¡¡Va Farreti!!!, sé fuerte, por ellos’. Fue brutal. Fantástico".

En otra entrevista concedida al enviado especial de Catalunya Ràdio, el piloto manresano ha reconocido que “la diferencia mínima con el cuarto clasificado ha hecho que la lucha haya sido estresante, pero a la vez estoy muy contento y agradecido a mi equipo y a los míos". Farrés ha destacado la dureza de la presente edición y la importancia de la regularidad en carrera: “Hay que ir etapa a etapa. Porque un día puedes estar tercero y al siguiente el 40º o incluso en el hospital. Existen muchos riesgos y no puedes cantar victoria hasta que no acabas".

Para Gerard, "los momentos más críticos de este Dakar han sido aquellos de angustia en los que en alguna etapa no encontraba los ‘waypoints’. La mano de Marc Coma se ha notado porque ha hecho días de navegación muy complicada”.