El Sevilla tendrá 1.100 entradas para la ida y el Betis, 850 para la vuelta

El Real Betis y el Sevilla han alcanzado un acuerdo para el reparto de entradas para los aficionados visitantes para los dos derbis de los octavos de final de la Copa del Rey, por el cual los sevillistas dispondrán de 1.100 localidades para el partido de ida y los béticos contarán con 850 en la vuelta.

El precio de la entrada es de 35 euros tanto para la ida, que se disputará el día de Reyes en el estadio Benito Villamarín, como para la vuelta, fijada para el martes 12 de enero en el Ramón Sánchez Pizjuán, según han informado este miércoles ambos clubes. El diferente cupo de entradas reservadas para cada afición visitante se debe al número de asientos que hay en ambos estadios que corresponde a un sector completo de la grada, como requiere el dispositivo de seguridad, además de que esta cantidad de localidades es proporcional al porcentaje de estas zonas acotadas con respecto al aforo total de los estadios.

En el derbi sevillano del pasado 19 de diciembre en el Villamarín (0-0), de la decimosexta jornada de Liga, el Betis puso doscientas entradas más -1.300 en total- que en este de Copa a disposición del Sevilla para su adquisición por parte de los seguidores sevillistas. Para este nuevo duelo hispalense del Día de Reyes, en este caso correspondiente a la ida de la Copa, el club blanquirrojo ha indicado que en breve informará del procedimiento de venta de las 1.100 localidades reservadas para sus aficionados. En el reciente enfrentamiento liguero entre ambos equipos, el Sevilla puso a la venta ochocientas entradas para sus abonados y se agotaron poco después de abrirse las taquillas.

Del número total, 250 se reservan para compromisos con patrocinadores y la primera plantilla, y 250 las gestiona la Federación de Peñas Sevillistas. En esa ocasión, numerosos sevillistas pasaron toda la noche ante las taquillas del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en las que desde la tarde anterior ya se formaron grandes colas. Sin embargos, muchos se quedaron sin entrada y ello provocó un malestar entre los aficionados, que se quejaron de la mala organización del Sevilla para esta venta y de la falta de seguridad durante la madrugada para controlar las colas.