Real Madrid, 4 - Celta, 0

Cristiano Ronaldo, sin piedad del Celta

El Real Madrid certificó su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey después de golear al Celta por 4-0, con hattrick de Cristiano Ronaldo en una noche en la que Sergio Ramos acabó expulsado. Su próximo rival será el Valencia

SPORT.es

Al Celta no le dio tiempo ni de colocarse sobre el césped del Santiago Bernabéu. El Real Madrid igualó la eliminatoria de octavos de final -y la decantó por el doble valor de los goles en campo contrario- en el minuto 2 de juego. Arbeloa ejecutó un saque de banda hacia Cristiano Ronaldo y el segundo clasificado en el FIFA Balón de Oro conectó un disparo cruzado que sorprendió a Sergio.

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Copa del Rey

4
0
Alineaciones
Real Madrid
Casillas, Arbeloa, Carvalho, Ramos, Essien, Khedira, Xabi Alonso (Varane, m.46), Modric, Ozil (Di María, m.76), Cristiano y Benzema (Higuaín, m.65).
Celta
Sergio, Hugo Mallo (Roberto Lago, m.45), Túñez (Demidov, m.46), Cabral, Bellvís, Jonathan Vila, Álex López, De Lucas, Krohn-Dehli, Augusto y Park (Iago Aspas, m.56).

Un mazazo para el conjunto celtiña, que en los primeros minutos de juego se vio totalmente dominado por los de Jose Mourinho, quienes no querían sorpresas. No obstante, antes del primer cuarto de hora una mala cesión de Essien estuvo a punto de ser aprovechada por Quique de Lucas. Sin embargo, Sergio Ramos estuvo al quite y salvó del apuro a un Casillas que había salido de su área a la caza del balón. 

El Real Madrid se recuperó pronto del susto. A los 23 minutos, Luka Modric envió un pase al área y encontró a Cristiano Ronaldo, quien tocó lo suficiente para desviar el balón y despistar otra vez a Sergio. 2-0 y jolgorio en Chamartín.

El portugués estaba sembrado y quería seguir a lo suyo. Lo intentó en un libre directo estrellando el balón en el cuerpo de Túñez antes de que saliera a córner y se desgañitó después reclamando a Ayza Gámez cuando el asistente viio un fuera de juego suyo que no era cuando estaba a punto de marcar el tercero. No había ni atisbos del Celta. Ni de los cracks celtiñas, claro, sentados en el banquillo a la vera de Herrera.

Los últimos instantes de la primera parte sobraron. Primero, por un conato de tangana tras una entrada a De Lucas, con Sergio Ramos haciendo de las suyas. Todo se saldó con amarillas al de Camas y a Arbeloa. Después, por la lesión del defensa celeste Túñez tras topar con Cristiano Ronaldo, lo que obligó a Paco Herrera a sacar al campo a Roberto Lago antes de que Ayza decretara el final del primer acto. Un primer acto totalmente blanco. 

ASPAS, REVOLUCIÓN A MEDIAS

Con el 2-0, al Celta no le quedaba otra que arriesgar como fuera. A los de Paco Herrera se les vio más incisivos, sobre todo a partir de que Iago Aspas saltó al terreno de juego, en lugar del coreano Park. El atacante olívico empezó a poner en aprietos a la defensa blanca, forzando dos cóners seguidos e incluso buscando disparos lejanos que blocaba Casillas.

Mourinho también movió ficha. Relevo en punta, sentando a Benzema y dando entrada a Higuaín. Fue poco antes de que Quique de Lucas probara fortuna en un contraataque y obligara a lucirse al ovacionado Iker. Otro mensaje para el técnico portugués de la mejor manera que sabe el portero de Móstoles.

Y no solo el Celta complicaba las cosas al Real Madrid, sino también Sergio Ramos. El de Camas sacó sus tacos a pasear frente a la cara de Augusto, ganándose a pulso la segunda amarilla, con más de 20 minutos por delante. A todo esto, los de Paco Herrera siguieron a lo suyo y Casillas tuvo que sacar un par de manos para desbaratar dos disparos cruzados de los celtiñas.

La esperanza olívica se diluyó por completo en los últimos minutos, cuando Cristiano Ronaldo volvió a aparecer para capitanear un contraataque y batir por tercera vez a Sergio. Cinco goles en dos partidos en el 2013 para el de Madeira, quien vio cómo Khedira rubricaba la goleada poniendio en evidencia al bueno del meta del Celta.

Fue el epílogo a una remontada que CR7 hizo fácil. Ahora, en cuartos de final el real Madrid deberá vérselas con el Valencia, con la vuelta en Mestalla. Esa será otra guerra.