La Copa del 'nuevo formato' fue azulgrana

El FC Barcelona sumó su sexta Copa del Rey en 1925 tras batir en una intensa final al Arenas Club de Getxo que se disputó en Sevilla y que se decidió gracias a los goles de Samitier y Sancho.

El equipo de Ralph Kirby fue capaz de doblegar al conjunto vasco en un repleto estadio de la Reina Victoria que fue el escenario perfecto para que los azulgranas recuperaran el título copero tras su último triunfo en 1922.

El camino a Sevilla no fue fácil para un equipo que en semifinales tuvo que deshacerse del Athletico de Madrid en un partido de desempate disputado en Zaragoza. En la ida los azulgranas consiguieron llevarse la victoria por 3-2 pero en la vuelta disputada en Madrid cayeron por 2-1 viéndose obligados a jugar un decisivo encuentro a cara o cruz por un lugar en la final en el que se citaron numerosos espectadores. Arnau abrió el marcador y Palacios puso el empate antes que un gol de Sagi decantara la balanza por los chicos de Kirby.

Las semifinales contra el Athletico de Madrid fueron de una tensión tremenda para un equipo que se había clasificado para retarse con el equipo de la capital de España tras vencer en la fase de grupos a Valencia y Stadium de Zaragoza. En esta edición de 1925 se estrenó un nuevo formato de competición en el que la fase previa pasaba a organizarse en cuatro grupos de tres equipos que, en el caso azulgrana, encuadró al campeón de Levante (Valencia) y al campeón de Aragón (Stadium de Zaragoza) con el FC Barcelona.

En los cuatro duelos disputados en esta fase previa, el dominio del Barça fue incontestable. Tres victoras, un empate y ninguna derrota con un balance de 21 goles a favor y 5 goles encajados. Las goleadas en el estadio de Les Corts por 7-3 ante el Valencia y 8-0 ante el Stadium de Zaragoza demuestran el poder de un equipo que acabaría proclamándose campeón de la competición.