El técnico volvió a dejarse la piel en la banda

Así vivió Pep Guardiola su último partido como técnico del Barça

El técnico del Barça vivió sus últimos 90 minutos como entrenador del Barça con la intensidad y la pasión con la que nos ha tenido acostumbrados estos últimos cuatro años

Alba Martín

247 partidos como entrenador del Barça nos han permitido gozar de la imagen más apasionada de Pep Guardiola. Lo hemos visto sufrir, lo hemos visto explotar de alegría, dirigir,  animar a sus jugadores e incluso protestar...  Este viernes en el Calderón el entrenador del Barça vivió sus últimos 90 minutos como técnico del primer equipo, y como siempre, lo volvió a dar todo desde la banda.

Enfundado en su traje siempre impoluto, Guardiola saltó al terreno de juego con el semblante serio. La ocasión lo merecía, si bien  su cara se iluminó al saludarse con su rival y homólogo de la noche, Marcelo Bielsa, por quien el técnico de Santpedor tiene gran admiración. Y así, concentrado, se sentó en el banquillo, desde donde tímidamente celebró el gol de su equipo en el minuto 6 de partido. Quizá pensó que era demasiado pronto para dar rienda suelta a la euforia. De hecho, Guardiola no se levantó del banquillo hasta aproximadamente el minuto 11 de partido, cuando no dudó en salir a aplaudir al joven Montoya, tras errar éste un centro desde la banda.

TITO Y PEP, MÁS UNIDOS QUE NUNCA

Menos contenido se mostró, sin embargo, cuando Leo Messi hizo subir el segundo gol del Barça.  Y es que Pep lo vio venir. “Míralo”, se le vio decir cuando el argentino se hizo con el balón. No le falló la intuición. Leo marcó el segundo y el técnico saltó de su asiento con brazos en alto, aplaudió, se dio media vuelta y se abrazó con Tito Vilanova.  Una imagen que pone punto y final a los rumores surgidos en los últimos días sobre un posible distanciamiento entre ambos a raíz del relevo en la dirección del equipo. Igual de efusivo se mostró Guardiola en la celebración del tercer gol. En esta ocasión el técnico azulgrana se fundió en un nuevo abrazo con Aureli Altimira, preparador físico del Barça. Una celebración a la que no dudó en añadirse de nuevo Tito y el resto del cuerpo técnico azulgrana.

La final estaba encarrilada pero el de Santpedor no bajó la intensidad en la banda. Siguió dando instrucciones a sus jugadores, protestó airadamente al colegiado cuando esté tardó una eternidad en autorizar la entrada al terreno de juego Pedro tras salir por un problema en las botas y felicitó uno por uno a sus los azulgranas sustituidos. Pero sobretodo charló y charló con Tito, especialmente antes de cada uno de los cambios de su equipo.

No fue hasta el minuto 44 de partido cuando Pep Guardiola respiró tranquilo. Fue entonces cuando decidió volver a sentarse en el banquillo y se abrazó de nuevo a Tito celebrando su 14º título como entrenador del Barça, su último triunfo.  Pitó el árbitro y el de Santpedor se levantó del banquillo y fue primero  a encajar la mano de Marcelo Bielsa. Después volvió hacia el banquillo y uno a uno abrazó a los miembros del cuerpo técnico y a sus jugadores. Los abrazos más emotivos fueron con Leo Messi, a quien Guardiola no dudó en levantar al aire, y con Gerard Piqué, visiblemente emocionado.  Tampoco se olvidó el técnico de consolar a los jugadores del Atheltic en una muestra más de su señorío.

GUARDIOLA CEDIÓ EL PROTAGONISMO A SUS JUGADORES

Señorío y humildad porque el técnico no quiso restar ni un ápice de protagonismo a sus jugadores. No subió a la tribuna a buscar la Copa y enfiló el túnel de vestuario nada más empezar los jugadores del Barça la vuelta de honor.  Sólo volvió a salir al césped, ahora sin americana,  para hacer la 'sardana de los campeones'. Tras las vueltas de rigor, el técnico abandonó nuevamente el terreno de juego, eso sí, ahora con una sonrisa en la boca y la satisfacción de haber vuelto a darlo todo de nuevo en la banda.  Gràcies Pep!