Copa América 2015

Messi no bastó para que Argentina derrotara a Paraguay

Argentina decepcionó en su estreno en la Copa América. De la mano de Messi brilló en la primera parte, pero se dejó igualar un 2-0 en la recta final del partido

Jordi Blanco

Argentina le dio la razón a Ramón Díaz, argentino que dirige a Paraguay y que avisó en la víspera que el duelo entre ambas se decidiría a través de “cómo se levante Messi”. Leo acudió al partido con hambre. Y Argentina debutó con grandeza... O eso pareció hasta que se hundió y le dio vida a los guaraníes. Y Messi no fue suficiente.

Argentina acudió a la Copa América de Chile con el vestido de favorita pero su interpretación de su partido inaugural fue tan nefasta que acabó por pagar sus pecados. Dominó con presteza la primera mitad, en que pudo hasta golear, y se entregó a la mediocridad en la segunda, en un partido roto y en el que se hundió de manera lamentable, para acabar pagándolo de mala manera.

La explicación se adivina difícil y los argumentos impensables. Pudiendo degollar perdonó de tal manera que le dio vida al rival. Messi llevó las riendas de principio a fin, pero si primero estuvo acompañado de sus compañeros, acabó dando la sensación de jugar solo. Y a partir de ahí se silenció su fútbol y se escuchó el grito de guerra guaraní.

Paraguay había, de entrada, resistido cerca de media hora, sucumbiendo a partir de un error provocado por el miedo. Argentina mostró músculo más por fogonazos que por fútbol, pero a través de los detalles y de Messi encaminó lo que pareció ser un triunfo simple.

La albiceleste se encomendó al liderato de Leo y a la desgracia de Miguel Samudio para sentenciar en 36 minutos, los suficientes para que el lateral del América de México le regalase una asistencia de oro a Sergio Agüero primero y se apoyase en el hombro de Di María dentro del área después. Resultado, el 1-0 del Kun a los 29 minutos y el penalti transformado por la Pulga a los 36.

Y aún tuvo fortuna Paraguay de la piedad de Wilmar Roldán, el árbitro colombiano que a los 40 no quiso señalar un penalti aún más claro de Paulo da Silva sobre... Messi.

Sufrimiento argentino tras el descanso

Argentina se había bastado para sentenciar la victoria en la primera mitad y poco imaginó el sufrimiento que llegaría a padecer después. Acortó distancias Valdez con un obús, se ahogó Banega, se perdió Di María, se fue a por todo Paraguay, se rompió el partido y Paraguay pasó del barrido al milagro.

Igualó en el último suspiro el equipo paraguayo porque para entonces Argentina ya era un equipo desdibujado y sin capacidad ninguna, entregado a Messi pero desgobernado a su lado. Lucas Barrios hizo justicia, porque con Leo solo no se bastó Argentina para cumplir con la lógica y su debut en el torneo le demostró hasta qué punto deberá trabajar en el futuro si quiere reinar en el torneo.