Copa América 2015

Brasil roza el esperpento en una eliminación de vergüenza

Sin Neymar ya no queda absolutamente nada que ofrecer y los penaltis certificaron el adiós de una canarinha lamentable 

Joaquim Piera

Argentina ganó el viernes en los penaltis y Brasil perdió un día después en los penaltis. La albiceleste de Messi mereció ganar antes a Colombia y la canarinha de Dunga, y sin Neymar, mereció perder también antes ante Paraguay.

El fútbol fue justo con el atrevimiento paraguayo y, más aún, con la mediocridad brasileña, que se encontró con un gol en su única ocasión, al cuarto de hora, y vivió de rentas hasta que Thiago Silva le puso el brazo a un salto en el área. De penalti empataron los guaranís en la segunda mitad y a penalties condenaron al olvido a un Brasil que sigue en descenso.

Paraguay le plantó cara, le dominó y le puso los nervios. Y eso que recibió ese bofetón al cuarto de hora, cuando a sus dos ocasiones respondió Robinho abriendo el marcador en la primera oportunidad de la canarinha, en una jugada que comenzó y acabó tras el centro raso, eficiente y perfecto de Dani Alves.

A falta de Neymar, Brasil se mantuvo en pie de manera extraña, con un fútbol a cada minuto menos ortodoxo y contemplando como la selección de Ramón Díaz convertía cada ataque en un dolor de cabeza. Y cada vez mayor. Hasta el punto que Jefferson, un portero de extraña planta y dudosa calidad, acabó por salvarle los papeles en los 90 minutos.

Brasil, a menos a cada campeonato que disputa, creyó que se bastaría con el gol de Robinho y no supo ni responder al penalti del empate, obra de Derlis, con 22 minutos aún por delante.

Lo más hilarante del caso es que fue el equipo de Dunga el que pareció buscar los penaltis ante el irrespetuoso ataque paraguayo, que rozó la victoria antes de llegar a esa tanda definitiva.

Y en ella Brasil pagó sus pecados. Sin entenderse la salida de Robinho, su sustituto Ribeiro falló el segundo tiro de forma chistosa ante de que Douglas Costa lanzase a las nubes el suyo. Solo Santa Cruz había errado el paraguayo antes de que González, quien había empatado, sentenciara el triunfo paraguayo.

Brasil, con una pena inmensa, con un fútbol de auténtico drama, se marcha a casa.