Argentina salva el match-ball y pasa del pánico a la esperanza

German Bona

German Bona

Del pánico a la esperanza. Así es el fútbol y más si está Argentina por medio. No jugó un gran partido la albiceleste, pero salvó el match-ball que le tenía contra las cuerdas y ahora se ve en los cuartos de final de la Copa América ante un rival, Venezuela, que aunque ha crecido mucho en los últimos años no es el 'coco' que le podía tocar a los de Messi. El tridente mejoró a la albiceleste, Leo se entendió bien con Agüero y Lautaro, y capitaneó a un equipo que jugó a rachas, al que le costó un mundo sentenciar, pero que acabó cumpliendo con la lógica. Y es que la selección donde juega el mejor del mundo no se podía quedar fuera a las primeras de cambio.

Salió en tromba la albiceleste para marcar pronto y que el paso de los minutos no fuera en su contra. Lo consiguió muy rápido. Tras avisos iniciales en una combinación de Messi con Lo Celso y un chut alto de Lautaro, que aprovechó a los 4 minutos un error garrafal de Al Rawi en la salida del balón. No perdonó el del Inter de Milán, que chutó con todo ante Al Sheeb.

Lo más difícil estaba hecho, pero a Argentina le faltó en el primer tiempo un segundo gol que hubiera dado la tranquilidad absoluta. Tiene buenos fundamentos la Catar de Félix Sánchez, se nota que ha 'mamado' de La Masia y quiere tratar bien el balón. Sin nada que perder se fue arriba al campeón asiático, lo que también permitió que el tridente ofensivo argentino encontrara huecos. Lo Celso, entrando desde atrás, hizo daño, pero sin ajustar el punto de mira.

Leo, partiendo jugando de enganche, destapó el tarro de las esencias en una buena combinación con el Kun, que disparó muy cruzado. Agüero no supo después cómo resolver una jugada embarullada y a la albiceleste le entraron todos los miedos en el tramo final. Sobre todo con el chut al poste en el lanzamiento de una falta de Al Rawi, que estuvo a nada de enmendar su traspié inicial.

Agüero... a la cuarta

Argentina inició la segunda mitad viéndolas venir. Jugó con fuego y un chut muy peligroso de Hatem fue más que un aviso. Hizo reaccionar a la albiceleste, consciente de que o sentenciaba o se iba a complicar mucho la vida. Agüero lo intentó de todas las maneras. Tres ocasiones clarísimas, la primera tras un generoso pase de Messi. En la segunda y la tercera, se topó con Al Sheeb.

El césped, irregular, le jugó una mala pasada a Leo, que cuando lo tenía todo a su favor chutó a las nubes por un mal bote del balón. Entre una cosa y otra, el choque entró en la recta final con la máxima incertidumbre. Dybala entró por el goleador Lautaro. Y el de la Juve hizo protagonista al Kun, que a la cuarta clara que tuvo, doblegó la resistencia de los catarís con un buen chut cruzado. Aquí sí ya respiró Argentina.

La albiceleste dejó pasar los minutos y minimizó los riesgos. Su primera victoria en la competición le dio el pase a cuartos y, lo más importante, seguiremos viendo a Messi en acción.