Final Copa América 2016: los cinco pecados de Argentina

Una vez más, Argentina volvió a quedarse con la miel en los labios en una final. El equipo del Tata llegaba lanzado a la cita ante Chile pero lo cierto es que no jugó un buen partido. ¿Qué le faltó a la 'albi'? ¿Por qué Pizzi le ganó la partida a Martino? En SPORT analizamos las cinco claves de la final de la Copa América.

1. El Tata, sin respuesta táctica.

Tras quedarse también con diez hombres Argentina por la expulsión de Rojo, el Tata Martino situó a Mascherano de central y ahí perdió el centro del campo. Chile empezó a sentirse cómodo y el técnico fue incapaz de modificar el guión. Nada de nada. Los minutos pasaron y la 'albi' seguía sin encontrar su sitio en el campo y sin que su técnico hiciera nada al respecto.

2. Imperdonable conformismo de Argentina

Argentina cayó en la trampa de Chile de jugar para no perder y no para ganar. La 'albi' salió intensa y mordiendo arriba pero, con el paso de los minutos, careció totalmente de ambición alguna. No fue a por el partido pese a tener las de ganar y lo acabó pagando muy caro.

3. Higuain y Agüero, un drama

Gonzalo Higuain volvió a tener un decepcionante rendimiento en un partido importante. No solo porque falló un mano a mano que pudo cambiarlo todo, sino también por su actitud. El delantero del Nápoles andó más que corrió y no presionó prácticamente nunca la salida de balón. Agüero le dio relevo pero tampoco cambió mucho la cosa, pues el jugador del City disparó a las nubes un par de veces.

4. Andando no se gana a nadie

En todo el partido, los jugadores de Argentina hicieron poquísimos cambios de ritmo. Andando es muy difícil ganar y más cuando juegas contra un equipo en el que defienden todos. El equipo del Tata abusó del ataque posicional y le faltó desmarques en ataque y solidaridad en defensa.

5. Messi solo no puede

Con Messi no basta. El crack condujo los contragolpes de la 'albi y provocó la expulsión de Chile, pero no es suficiente. Messi fue el único que lo intentó, el único que puso talento, criterio, ganas de ganar... Todos los jugadores ofensivos de Argentina estuvieron a un nivel muy bajo y para Chile fue relativamente sencillo tener controlado al único jugador capaz de desequilibrar.