LA ENTREVISTA DEL DÍA

Samantha Vallejo-Nagera: "Soy terca como una mula, nunca desfallezco"

Forma parte del jurado del programa de televisión MasterChef. Una apasionada de la cocina que se puso el mundo por montera y está triunfando como empresaria. Además, es una deportista compulsiva

Samantha Vallejo-Nágera

Samantha Vallejo-Nágera / sport

Toni Frieros

Me ‘chivan’ que es usted muy, pero que muy deportista...

¡Soy vigoréxica total! Desde muy niña he corrido todo tipo de carreras populares y no puedo vivir sin hacer deporte. Lo necesito.

Pues ya me dirá de donde saca el tiempo: madre, empresaria, estrella de la televisión...

Intento hacer deporte todos los días, ya sea correr, ir al gimnasio, jugar a pádel, pilates o incluso boxeo. Me fascina ir en bici ...¡y ya he corrido dos veces la maratón de Nueva York!

¿Acabó?

Sí, aunque me costó. Soy terca como una mula y no desfallezco nunca. Pienso volver en 2016.

Y dice que llegó al mundo de la cocina por casualidad...

Por una apuesta.

¡Vaya!

El dueño del restaurante Horcher es muy amigo de mi familia y un día me dijo que yo no aguantaría ni cinco minutos trabajando en su cocina.

Y le tocó la moral...

¡Ya lo creo! Le pedí el uniforme, el gorro y me planté en la cocina con más de 30 hombres. Me quedé dos años.

Aprendería mucho...

Muchísimo, sobre todo lo que es la cocina de base, la clásica, tradicional. Y además, como siempre veo el lado comercial de las cosas, empecé a cocinar para particulares.

Se marchó a trabajar a Londres y después a Lyon...

Estuve internada un año en la escuela de cocina del gran maestro Paul Bocuse. ¡Gané el concurso del colegio ante más de 300 chicos!

Y de allí...

No paré. Después estuve cuatro meses en el restaurante de Arzak, uno de los profesionales más honestos que existen, ¡del que aprendí tanto!... Y luego a Nueva York.

¿Qué le llevó a la Big Apple?

Mi visión comercial. Me llevé una paella para cuarenta comensales y me ganaba la vida haciendo paellas y comidas a domicilio, principalmente para españoles. 

¿Así nació su marca comercial, ‘Samantha de España’?

Sí. Al regresar a España empecé a contactar con amigas para organizarles cenas familiares y poco a poco, primero en la cocina de mi madre, de forma casi clandestina, y luego en un local más grande, di el salto a lo que ahora es mi empresa.

De cátering...

Trabajamos en una nave industrial en Alcobendas y somos un equipo de más de 40 personas dando un servicio integral: menús, bodas, eventos... ¡Me encontráis en @samyspain!

¿Y cómo le llegó la oportunidad de participar en MasterChef?

Cuando nació mi último hijo empecé a colaborar en el ‘Canal Cocina’ con un programa que se llamaba ‘El toque de Samantha’. Me llamaron, me dijeron que querían hacer un programa piloto...

Y fue...

Sí y hoy puedo decir que MasterChef ha sido una lotería que me ha tocado en mi vida. Lo disfruto cada minuto, cada segundo.

¿Qué tiene que le ha hecho ser una referencia?

Estoy de acuerdo, MasterChef ha sido, es, todo un fenómeno social. Se cuida tanto la estética, la decoración, todos los detalles... Los niños lo adoran y mucha gente ha vuelto a ir a restaurantes gracias al programa.

Algunos han criticado las forma del jurado con los concursantes...

Hay que ser así, ponerse firmes y ser exigentes, porque quieren ser chef profesionales y para serlo hay que pasar todas esas etapas.

¿Qué tiene Jordi Cruz?

Es muy didáctico, un pitagorín. Para mí, el niño prodigio de la cocina. Es alucinante lo currante que llega a ser.

¿Y Pepe Rodríguez?

¡Qué manchego! Divertido, rápido, listo... Me encanta aprender de ellos.

Uno del Barça y otro del Madrid...

Cuando gana el Madrid, le cantamos el himno a Jordi desde la isla que hay en medio del plató. Si lo hace el Barça, Jordi nos devuelve el golpe. Tenemos un pique sano.

¡Pues prepárense para el triplete!