LA ENTREVISTA

Punset: "En nuestra sociedad las emociones se arrinconan"

Nacido hace 79 años, Punset acaba de publicar ‘Universo de Emociones’ junto al catedrático Rafael Bisquerra y editado por Palau Gea

Punset cree que las rivalidades nacen por el sentimiento de pertenencia a un grupo

Punset cree que las rivalidades nacen por el sentimiento de pertenencia a un grupo / sport

ÀNGELS FÀBREGUES

Me impresionó cuando dijo que no está demostrado que usted tenga que morir. ¿No le valen las estadísticas? 

La vida es una cuestión de genética y no, como cree mucha gente, una cuestión de tiempo o la concepción que uno tenga del tiempo.

¿Qué nos hace falta para ser felices?

Puede llegar a ser muy difícil según las situaciones de cada uno. Hoy está demostrado que alguien puede llegar a saber muy bien cuáles son las condiciones necesarias para ser feliz o infeliz. Alguien que se pasa la vida sonriendo, está abocado a ser feliz, y alguien que se pasa la vida llorando –hay otras razones que expliquen la felicidad de la gente–, está condenado a estar triste. Lo fundamental es saber si las emociones que explican la sonrisa o las lágrimas son las verdaderas. 

¿Querer gestionar las emociones es contradictorio? 

La visión superficial de la vida lleva a creer que las emociones son distintas de la razón. La verdad es que las emociones se gestionan con más tiempo, pero se gestionan. Puede costar años aprender a gestionar bien una emoción. La inteligencia emocional sirve para algo y no es gratuito.  

¿Cuál es la mejor emoción?

La alegría.

¿La peor?

El miedo.

¿Qué encontramos en el libro ‘Universo de emociones’? 

Es evidente que nuestra vida va a ser muy distinta, si sabemos o no que existen varios tipos de emociones, del mismo modo que existen varios tipos de razón. Los profesionales del cerebro saben hoy que las emociones ocupan un lugar prioritario en relación a las razones y que lo importante no son tan estas últimas como las primeras. En el libro Universo de Emociones encontrarán los lectores la descripción de más de trescientas emociones para comprender mejor lo que está sucediendo en nuestro interior. Gracias al esfuerzo conjunto de Palau Gea, del catedrático Rafael Bisquerra y yo mismo, hemos podido materializar este proyecto, con el que seremos capaces de gestionar mejor nuestros sentimientos. Muestra del impacto de Universo de Emociones es la buena acogida en las diversas presentaciones que hemos hecho, la última, organizado por Flores de Bach® Originales en Barcelona.

Hablemos de fútbol. Esto sí que son emociones fuertes… y difíciles de encauzar ¿no? 

Son muy fuertes. Y por serlo, son fáciles de encauzar. Todo lo contrario de la concepción más generalizada de la gente. El miedo a perder, genera lágrimas con relativa facilidad. 

Con el fútbol lloras, ríes, gritas, te enfadas, te decepcionas, te emocionas… digno de estudio

En realidad debería ser bastante normal. Lo que no es normal es que nos sorprendamos si alguien llora o ríe o grita fruto de la emoción, pero no es extraño que esto sea así. Ante un sistema educativo aún anclado en el pasado, que nos prepara para vivir en una sociedad industrial cuando hace años que tendríamos que estar viviendo en la sociedad de la información y del conocimiento, las emociones se arrinconan e incluso reprimen. Las machacamos y sin ellas, la creatividad, la curiosidad o las ideas no funcionan a pleno rendimiento.

¿Por qué se tiende a preferir ganar a jugar bien? 

El reto es ganar, si no quedas fuera de la Liga. Prima el resultado, no hay más. Pero preferir ganar no significa que el jugador no valore jugar bien, solo es una cuestión de preferencias. 

¿Dónde está el origen de rivalidades tan fuertes?

En el sentimiento de pertenencia a un grupo, en la conciencia social. La gente se siente bien en una manada y está dispuesta a hacer cantidad de sacrificios en su favor, incluso a renunciar a cosas que les importa mucho. Llámele manada, familia, amigos o equipo de fútbol; nuestro cerebro ha evolucionado para la vida en sociedad. 

¿Por qué un seguidor del Barça quiere que el Madrid pierda siempre?

Por lo mismo, porque eso reafirma la identidad social, ese sentimiento de pertenencia. Pero fíjese en que este carácter es relativo, depende de la escala del grupo y cuando surge un enemigo mayor las manadas se agregan para hacerle frente. Piense en el Mundial. A los forofos del Barça o del Madrid se les bajan los humos y hacen frente común para que La Roja despunte del resto de países.