Marcó un auténtico golazo

Una obra de arte de Messi que no fue suficiente

Leo Messi no hizo un gran partido, pero sí que marcó un auténtico golazo en el lanzamiento de una falta directa

Sport.es

No necesita participar mucho del juego del equipo. Ni demostrar que está enchufado desde el primer minuto. Ni tener una gran regularidad los 90 minutos de juego. Leo Messi no necesita nada de todo eso. Su calidad es tan alta, tan impresionante, que unas pequeñas gotas de su talento bastan para que cada día sean menos los que se atrevan a dudar que es el mejor jugador del mundo y tiene todos los números para, si no cambian mucho las cosas, llegar a ser el mejor jugador de la historia del fútbol.

En el Bernabéu, contra el Real Madrid, Leo estaba completando, como todo el equipo barcelonista, un partido para olvidar. Ni un disparo a portería, ni un pase en profundidad de los que le gusta hacer, ni un desborde. Nada de nada. Pero se llegó al minuto 44 cuando Xabi Alonso le hizo una falta a Xavi Hernández. Era una falta lejana, a unos 30 metros de la portería de Iker Casillas pero, eso sí, centrada. Y el delantero barcelonista intentó lo que parecía imposible. Desde tan lejos, disparó con potencia, con colocación, por el exterior de la barrera que había colocado el portero madridista. Y marcó. ¡Vaya si marcó! Un golazo. Un auténtico golazo. Y no solo por lo bonito, sino porque, además, metía de nuevo al Barça en un partido del que parecía desaparecido.

Con ese gol, Leo Messi empataba con Raúl con 15 goles en el segundo máximo goleador de los "Clásicos", por detrás tan solo de Alfredo di Stefano, que marcó 18. Además, el argentino superaba a César, que marcó 14, como máximo goleador en el bando barcelonista.

En el segundo tiempo, Leo Messi volvió a estar poco participativo. Jugando muchas veces en una posición más atrasada de lo habitual, buscaba la combinación con sus compañeros, pero el Madrid estaba muy cerrado en su campo y era difícil encontrar huecos. Tuvimos que esperar al minuto 30 de esta segunda parte para verle en otra acción de lujo, con un gran pase para Jordi Alba, que entró dentro del área pero Sergio Ramos se le anticipó y mandó el balón a córner.

Y la última ocasión del Barça en el partido fue también para Leo. Ya en tiempo añadido, Song bajó muy bien un balón a los pies del argentino, que desde fuera del área lanzó un disparo colocado que salió fuera por poco.

No fue el mejor día de Messi, pero hay que reconocer que, por lo menos, su gol sirvió para meter al Barça en el partido y el miedo en el cuerpo del Real Madrid.