Messi, fiel reflejo del descalabro general

Messi se quedó a las puertas de igualar el récord de Alfredo Di Stéfano como máximo goleador de la historia de los derbis, con 18 dianas. Estaba sólo a una de alcanzarlo, pero no lo logró. Habrá que esperar a mejor ocasión. Y nunca mejor dicho, porque con la eliminación final, tampoco hubiera sido un buen día para celebrarlo.

El '10' del Barça demostró al inicio sus ganas de desquitarse de todas las afrentas cometidas por el Madrid en la ida -codazos, patadas, palmadas en la cara de Arbeloa y Xabi Alonso, extrañas acusaciones de Callejón...-, y a los dos minutos dio su primer aviso con un disparo envenenado que salió rozando el poste.

Sin embargo, su ímpetu se fue apagando progresivamente y se diluyó con el paso de los minutos. En el 10', fue objeto de una clara falta al ser víctima de un empujón de Di María justo en el límite del lateral del área. Undiano Mallenco no apreció penalti, y la señaló fuera. 

Ya en el 34', con el 0-1 en contra, el astro argentino tuvo el empate en sus botas en un chut de falta que coló por debajo de la barrera, pero el esférico, con Diego López batido, salió rozando el poste.

Messi no fue ajeno al descalabro general después del descanso. Al '10' casi ni se le vio. Y la precipitación y el desorden global le afectó también. De hecho, una pérdida de balón suya al borde del área del Madrid dio pie al contragolpe conducido por Di María que Cristiano Ronaldo culminó con el 0-2. Esta vez, el '7' blanco le ganó claramente la partida al '10' del Barça.