UN CULÉ EMPEDERNIDO

Los 'dardos' de Luis Enrique contra el Real Madrid

Si algo tiene Luis Enrique es carácter, carisma y sinceridad. Jamás ha escondido el cariño que siente hacia el FC Barcelona, así como tampoco ha olvidado el resquemor hacia el Real Madrid, que ha ido desahogando con el paso de los años en forma de 'dardos' ligeros y directos

Luis Enrique, celebrando un gol contra el Real Madrid

Luis Enrique, celebrando un gol contra el Real Madrid / J.I Paredes

Carlos Domínguez

Desde aquella memorable noche noviembre de 1997 en el Santiago Bernabéu, cuando escribió su nombre en la historia del FC Barcelona marcando uno de los goles del conjunto culé en el 2-3 contra el eterno rival, Luis Enrique se ganó de forma irrevocable el cariño y respeto de toda la afición azulgrana. Con un apasionado beso en el escudo y expresión desafiante hacia las gradas madridistas, bastó también para convertirse en uno de los jugadores más odiados por el seno del madridismo, en un papel antagonista que, por lo que ha dejado entrever con el paso de los años a través de sus declaraciones públicas, nunca le ha desagradado.

Luis Enrique es como es, y le gusta serlo. Él mismo ha asegurado en más de una ocasión que no se arrepiente de nada -ni tan siquiera de sus polémicas sobre el terreno de juego-, reafirmando una personalidad fuerte y construida a sí misma. El Barça le dio la oportunidad de triunfar en la élite del fútbol y él respondió empapándose de barcelonismo por todos los costados, en un sentimiento que a veces ha rebosado en forma de pequeños 'dardos' hacia el eterno rival.

"La época en el Real Madrid no me trae buenos recuerdos", ha sido una de las frases con las que el asturiano se ha negado a hablar de su paso por el conjunto madridista. "Me veo en las figuritas y en televisión y me siento raro de blanco. Creo que el color azulgrana me sienta bastante mejor", llegó a decir también Luis Enrique, dejando claro con qué bando terminó quedándose a pesar de haber militado en ambos.

Años después de retirarse del fútbol de élite recibió la propuesta de entrenar al Barça B, un equipo que consiguió colocar en Segunda División A justo la misma temporada en la que Messi, Xavi, Iniesta y compañía conseguían un 2-6 de traca en el Bernabéu. Y, como es natural, no pudo reprimirse.  "¡Qué maravilla ser aficionado del Barcelona y culé anoche. Fuimos infinitamente superiores. Pocas veces he podido ver una diferencia tan grande. ¡Qué maravilla ver a Iniesta, Xavi y Messi, y a Puyol marcando gol! Ayer fue un orgasmo futbolístico. (...) En casa del eterno rival, con un estadio repleto... O sea, una obra de arte al alcance de muy pocos equipos del mundo", lanzó el asturiano a través de las redes sociales para más 'inri' de una herida madridista sangrante y muy profunda.

En alguna ocasión, Luis Enrique ha llegado a asegurar también que "para un jugador del Barça siempre es gratificante sentirse pitado en el Bernabéu", en una situación de la que Messi podría disfrutar también si consigue batir el récord goleador de Telmo Zarra en el santuario blanco. Y es que Messi, para el asturiano, es el mejor jugador que ha visto nunca. “Si Cristiano Ronaldo es Michael Jordan, Messi es Wilt Chamberlain”, dijo en una de las ruedas de prensa de esta temporada, ya como entrenador del Barça. Luis Enrique no nació culé. A pesar de todo, nadie podrá negarle jamás que siente los colores más que nadie.