LIGA BBVA: REAL MADRID - FC BARCELONA

Así será el plan de seguridad del clásico

Los dramáticos sucesos acaecidos el pasado viernes durante la disputa del amistoso entre Francia y Alemania aconsejan maximizar todas las precauciones. El estadio del Real Madrid se convertirá en un búnker inaccesible a los terroristas

Xavi Canals

La Comisión Antiviolencia celebrará esta tarde, a partir de las 18.30 una reunión especial para estudiar las medidas de seguridad a adoptar de cara al Real Madrid-Barça señalado para las 18.30 horas del sábado. Los atentados terroristas registrados el pasado viernes en París, en los aledaños del Stade de France, durante la celebración del amistoso entre la selección gala y Alemania, aconsejan maximizar todas las precauciones. Aunque el riesgo de terrorismo islámico en España sea menor que en el país vecino, no se descarta que en la cumbre de esta tarde se decida incluso la suspensión del clásico, tal y como informamos en esta misma edición. En todo caso, el gran duelo tendrá un dispositivo de seguridad que sobrepasará el de cualquier encuentro decretado de alto riesgo.

La situación de alerta ha aconsejado que la reunión cuente, de manera excepcional, con la presencia del secretario de Seguridad, Francisco Martínez, junto la ya habitual participación del presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal. Entre ambos y los responsables de los cuerpos de seguridad del Estado se determinará el procedimiento a seguir para convertir el Santiago Bernabéu en un bunker inaccesible para los terroristas.

rastreos desde el jueves A falta de confirmación oficial, ya ha trascendido que habrá medidas excepcionales que sobrepasarán las normas aprobadas en la Ley 19/2007 para partidos de alto riesgo. El último choque de esta calificación que se disputó en el feudo blanco, el duelo de Champions League entre el Real Madrid y la Juventus del pasado 13 de mayo, contó con 1.635 efectivos de seguridad, sumados miembros de la Jefatura Superior de Policía, Policía Municipal, seguridad privada del Real Madrid y servicios sanitarios y asistenciales. De cara a la visita del Barça, el dispositivo puede duplicarse, con unos 3.000 efectivos policiales.

Los controles empezarán el jueves, a través de los artificieros del Cuerpo Especial de Policía, que registrarán los aledaños de Chamartín con perros adiestrados en la detección de artefactos explosivos. 

Ya el día del partido, se dispondrán tres anillos de seguridad para cachear minuciosamente a cada uno de los asistentes. Tal y como explicó de manera explícita a última hora del lunes la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, “habrá que examinar hasta los bocadillos”, recordando la forma en que aficionados del Benfica introdujeron bengalas en el Vicente Calderón esta misma temporada en un encuentro de la Champions League.

Estos tres anillos de seguridad y los exhaustivos controles provocarán que las puertas del estadio blanco se abran, de manera excepcional, dos horas antes del partido. Además, en todas las puertas de acceso se colocarán detectores de metales, incluido el palco de autoridades.

Todo ellos sin olvidar las medidas habituales estipuladas por Antiviolencia para encuentros de alto riesgo, como la separación de aficiones o la grabación de la totalidad del aforo para vigilar el comportamiento de los espectadores. 

dos precedentes No es la primera vez que el Santiago Bernabéu se ve inmerso en amenazas terroristas. Un de los precedentes ocurrió precisamente antes de un clásico, el 2 de mayo de 2002, cuando estalló un coche-bomba a tres horas del inicio del encuentro. ETA avisó de la colocación de un Reanult 19 blanco con explosivos’. El atentado se saldó con diez heridos, pero el encuentro se disputó con normalidad.

Más cercano en el tiempo es un Real Madrid-Real Sociedad que tuvo que suspenderse a seis minutos para la conclusión por una amenaza de bomba en el estadio. Fue el 13 de diciembre de 2004 y la policía pudo evacuar a los 70.000 asistentes en tan solo ocho minutos. Buena parte del aforo salió por el césped. Finalmente se trató de una amenaza falsa ya que no llegó a estallar ningún artefacto.