Así acabó Iniesta el clásico ante el Real Madrid

Andrés Iniesta vivió una montaña rusa de emociones en el clásico ante el Real Madrid: pudo reaparecer tras seis semanas de baja por lesión, pero acabó el partido especialmente frustrado y dolido por el empate a última hora del equipo blanco.

El capitán, que entró al campo en el minuto 59, en sustitución de Rakitic, fue recibido por el Camp Nou con una enorme ovación: el Barça ya ganaba 1-0, pero el equipo necesitaba más que nunca el concurso de Iniesta. 

Iniesta salió del Camp Nou, pasadas las siete de la tarde, especialmente tocado por lo sucedido en el último minuto del partido. Lo dijo ante los micrófonos y lo reiteró en su círculo más íntimo: el Barça había merecido la victoria, pero un final de partido especialmente cruel sepultó las esperanzas del equipo blaugrana de recortar distancias con el Madrid. 

Iniesta reconoció a su entorno que había acabado "jodido" desde un punto de vista anímico el clásico del Camp Nou. 

El capitán del Barça pasó de la euforia por reaparecer y notar el calor del público a la enorme decepción que supuso el gol de Ramos. Iniesta se había tomado el clásico como un asunto casi personal y fue uno de los jugadores del Barça más afectados por el mal resultado, aunque en las redes sociales intentó transmitir un mensaje más optimista. "Cuesta asimilar un final así después de un esfuerzo tan grande. Feliz por poder volver y por la afición que tenemos. ¡Juntos, seguimos!", dijo Iniesta.