Alejandro Valverde ha recuperado su condición en solo tres carreras

Valverde posee un número uno que escuece

El jefe de filas de Movistar ha cumplido la promesa, recobrar su estatus después de la sanción de la UCI

Agustí Bernaus

Durante los tres últimos días de la París-Niza rodó enfermo, en un estado semigripal, pero aguantó el tipo por pundonor. Dicen en su entorno que antes se rompería un yunque que su cabeza en un golpe. Así es Alejandro Valverde, el nuevo número uno del ranking mundial. O lo que es lo mismo, el ciclista más representativo del pelotón. Para la Unión Ciclista Profesional que Valverde, dos meses después de haber cumplido una sanción de 18 meses por su implicación en la Operación Puerto, se haya convertido en su máximo exponente es un grano en el zapato. Pero lo que más duele es que al jefe de filas de Movistar se le ha metido entre ceja y ceja mantener este nivel durante todo el año sin que haya entonado el `mea culpa¿.

Valverde debutó en las Antipodas, concretamente en el Tour Down Under, donde ganó una etapa y fue segundo tras Simon Gerrans. Arrasó en la Vuelta a Andalucía, donde también logró un triunfo parcial. Y el domingo, en la París-Niza, culminó su `come back¿ desde el podio de la Costa Azul y tras conquistar la etapa más emblemática. Un trabajo meteórico impecable aunque Eusebio Unzué, el mánager de Movistar Team, deje muy claro que “no es un mensaje hacia ninguna dirección ni a nadie. Que nadie piense mal. Lo que ha hecho Valverde es tan solo el reflejo de como es él y de su profesionalidad”.

Unzué, durante meses, ha tenido que escuchar por teléfono palabras de rabia y también de envidia cuando veía por televisión a sus compañeros de equipo: “Alejandro ha pasado días muy duros y complicados”. Su capacidad para salir a entrenar cada día como si fuera a competir al siguiente “definen su grado de profesionalidad”. Por eso el mánager navarro considera que “lo de ganar en Valverde es lo menos extraño”, asegura.

Valverde (167 p) es el número uno por delante de Bradley Wiggins (112 p), el ganador de la París-Niza, y Simon Gerrans (110 p). Su equipo se ha visto catapultado hasta el segundo puesto por detrás de Sky. Coincidirá con el londinense en la Volta a Catalunya, prueba que se inicia el próximo lunes en Calella y su idea es consolidar su jerarquía en pruebas como el G.P. Indurain, Amorebieta, Amstel Gold Race, Lieja-Bastogne-Lieja y Flecha Valona. Valverde quiere rebañar el plato antes de presentarse ante el Tour. Sin Alberto Contador, el murciano acaparará la atención de los aficionados: “No sé si seremos capaces de ganarlo, pero con Cobo estaremos en el grupo de favoritos”, afirma Unzué, que ha necesitado casi 18 meses para volver a recobrar el ánimo.

Los sectores más puristas han digerido mal este regreso tan espectacular a la competición sin que Valverde haya reconocido pecado alguno. El murciano, con seguridad, será convocado por el seleccionador para la prueba de ruta de los Juegos de Londres. Otro mal trago para los puristas británicos que no quieren deportistas que hayan sido sancionados. Para ellos es una cuestión capital. Para Eusebio Unzué “es absolutamente indiferente. Me da igual. Los Juegos nunca han sido un referente para el ciclismo profesional”. La gloria olímpica es un sofisma esculpido por los puristas de siempre.