Ciclismo

Valverde logra su tercera victoria en la Lieja-Bastoña-Lieja

Alejandro Valverde, del equipo Movistar, logró su tercer triunfo en la clásica belga Lieja-Bastoña-Lieja, la más antigua del calendario de pruebas de un día, con 101 años de historia, al superar al esprint al francés Julien Alaphilippe

Valverde ganó al esprint

Valverde ganó al esprint / sport

EFE

Valverde, vencedor hace unos días de la Flecha Valona, también fue el primero en la Lieja en las ediciones de los años 2006 y 2008 y segundo el pasado año. Un triunfo que supone un regalo con el que celebrar su 35 cumpleaños, que fue en la víspera de la denominada La Decana.

El corredor español se encuentra en un momento dorado de forma y dejó claro que les tiene tomada la medida a las denominadas clásicas del tríptico de las Ardenas que forman la Amsteld Gold, en la que fue segundo, la Flecha Valona, que ganó el pasado miércoles por tercera vez, y hoy la Lieja, en la que también ha subido al podio en tres ocasiones.

Una semana magnifica para Valverde en unas carreras que parecen ser un traje hecho a su medida y en las que no se inquieta por nada. Ni por las numerosas escapadas que suelen producirse ni por la nómina de figuras que suelen participar.

Como en otras ediciones, aunque con mejor meteorología, hubo mucho movimiento desde el banderazo de salida formándose un grupo de media docena de corredores Hofland (Lotto-Jumbo), Vanoverberghe (Topsport), De Troyer (Wanty), Maté (Cofidis), Van Ginneken (Roompot) y Kirsch (Cult), que no llegó a ninguna parte pero sirvió para lanzar la carrera.

El relevo de esa fuga la tomaron otros ocho corredores, en el kilómetro 30, y los componentes fueron Montaguti (AG2R), Ulissi (Lampre), Vergaerd (Topsport), Chevrier (IAM), Minnaard (Wanty), Turgis (Cofidis), Benedetti (Bora-Argon) y Quaade (Cult) que llegaron a tener cerca de ocho minutos de ventaja cuando tan sólo se llevaban 60 kilómetros.

Una diferencia que obligó a los equipos de los favoritos a acelerar el ritmo, aunque el que más trabajó fue el Europcar, algo que sorprendió al Movistar de Valverde, al Astana de Nibali y al Katusha de Joaquím Rodríguez.

A falta de 67 kilómetros, comenzó la parte más complicada de la prueba, con los muros más duros de los diez que jalonaban el trazado; La Redoute, con 2,3 kilómetros y desniveles del 9,4%, y San Nicolás, de 1,2 kilómetros, porcentajes del 8,6% y cuya cima se encontraba a tan sólo media docena de kilómetros de la línea de meta.

La escapada del día llegó a su fin a falta de unos 40 kilómetros y, poco después, se produjo una caída en la que se vieron involucrados los últimos ganadores; el australiano Simon Gerrans y el irlandés Daniel Martín.

Fue en las primeras rampas de La Redoute, a unos 20 kilómetros de meta, cuando atacó el checo Kreuziger y, con él, se fue el italiano Caruso y poco después se les unió el danés Fulgsang. Escapada que obligó al Movistar, Astana y Katusha a avivar el ritmo para ir colocando a sus líderes.

Ataques que fueron para la galería, pues a falta de unos dos kilómetros los españoles Daniel Moreno y Joaquím Rodríguez, ambos del Katusha, dieron el primer aviso, al que respondió Alejandro Valverde que, por el rabillo del ojo, controlaba a otros rivales.

Por algunos momentos Moreno se quedó sólo al frente del grupo, pero la reacción de Valverde no se hizo esperar y a falta de medio kilómetro puso fin a las ilusiones de su compatriota, para finalmente imponerse al esprint y volver a cruzar primero, por tercera vez, la meta de la Lieja-Bastoña-Lieja.