Tamayo pone nombre a una nueva ración de leyenda en la Titan Desert

Diego Tamayo, un colombiano de 31 años, ha sido el vencedor de la décima edición de la Titan Desert después de seis etapas épicas marcadas por ascensiones al Atlas, bancos de arena, tramos de dunas y de navegación, siempre bajo un calor asfixante que sobrepasó los 43ºC y provocó numerosos abandonos. La última etapa de 65,6 Km. entre Merzouga y Maadid, estuvo marcada por la polémica, por cuanto Juan Pedro Trujillo y Oscar Pereiro se escaparon de salida. El cordobés logró la victoria con 7’53” sobre Enrique Morcillo, que se vió desplazado del podio final, pero una reclamación de su equipos, Scott, alegando que los escapados no habían pasado por el arco de salida y se habían adelantado en el recorrido ha dejado en suspenso tanto la victoria de etapa como el tercer puesto de la clasificación general en un clima de alta tensión motivado por unas dos últimas jornadas muy polémicas.

En realidad la reacción de Trujillo y Pereiro tuvo tintes de venganza: “Va por los cien corredores que el dia anterior estuvieron buscando el último paso de control durante media hora porque no estaba en su sítio. La carrera tenía que haber terminado en el CP3 y no cargarnos con una penalización. Y ahora que digan lo que quieran”, decía malhumorado el cordobés. El gran perjudicado fue el holandés Bran Rood, que se escapó desde el primer kilómetro, realizó toda la etapa en solitario y cuando levantó los brazos se encontró con la desagradable sensación de que alguien lo había hecho antes. Otro que quedó salpicado fue Enrique Morcillo, a quien la maniobra le bajaba del podio final. Los organizadores decidieron aceptar la reclamación de Scott y estudiarán las pruebas con las que decidirán la próxima semana. 

Durante toda su vida Tamayo se ha esforzado por vivir del ciclismo. Hasta hace dos años se dedicaba al ciclismo de carretera y en la pasada edición, en su debut en la Titan Desert, además de conocer las especiales características de la prueba, rozó la victoria. Empleado de una tienda de bicicletas en Zaragoza, ha invertido parte de sus ahorros en ganar la prueba más dura del desierto. Se gastó 300 euros en el casco y hace quince días se compró el GPS y dos pares de zapatillas. En Trekk le prestaron elpar de bicis que deberá devolver. De Zarabici, el nombre que figura en su maillot, no percibe nada, a excepción del sueldo mensual. En estas condiciones, con un montón de gastos y una ilusión todavía mayor, Tamayo logró una victoria de leyenda que le permitirá subir un puesto en el escalafón ciclista. Anna Ramírez se impuso en su categioría sin apenas oposición. 

La Titan Desert ha concluído con su ración de polémica, pero también de leyenda. Lesiones desafortunadas, deshidrataciones, corredores que sobrepasaron sus propios límites con creces, abandonos y hasta un ‘despistado’ que puso el corazón en un puño a la carrera y obligó a disparar el dispositivo de emergencia del ejercito marroquí han marcado esta edición. David Moyano, el colombiano que se dirigió hacia Argelia y que fue hallado a medianoche después de seguir el rastro de sus ruedas con un ‘quad’, se atrevió a disputar y a terminar la última etapa por pundonor. 

ARGENTINA ESPERA

Después de diez años en Marruecos, los organizadores de la prueba consideran que ha llegado el momento de cruzar el Atlántico con la idea de realizar una carrera con unas características y un espiritu muy parecido al de la Titan Desert. El país que han elegido para desarrollar el proyecto es Argentina, en una provincia todavía por determinar. De hecho los organizadores tienen en su mano estudios que demuestran la viabilidad del proyecto que se llevaría a cabo en el 2016, si bien se mantendría la Titan en Marruecos. La participación estaría abierta a todo tipo de deportistas si bien el nivel de exigencia sería muy parecido a la prueba que ha marcado un hito estos últimos años.

TRES COSTILLAS Y UN MONTÓN DE ILUSIONES

La Titan también ha terminado para el equipo SPORT-RACC-MASSI. David García, que hacía equipo mixto con Emma Roca se vio obligado a abandonar a media carrera por una caída. Ya en Barcelona, le diagnosticaron la fractura de tres costillas en lugar de una fisura. Desde entonces, Jordi Cañellas siguió escalando puestos en la clasificación general (159), mientras que Enric Violan se sacrificó para rodar al lado de Javier Giraldo, que también ha ido encontrándose mejor físicamente para terminar pletórico: “Cambia por completo hacer la carrera absolutamente solo, como yo hice en los primeros días, a notar la asistencia de un compañero y de otros corredores. A partir del cuarto día me dí cuenta que estaba haciendo una carrera diferente”.