Los misterios de la muerte de Pantani

El caso de la muerte del ciclista italiano Marco Pantani quedó archivado en tan sólo 55 días y con la conclusión de que se trató de un suicidio por ingestión masiva de cocaína, pero ahora con la reapertura de la investigación han surgido numerosos "misterios" sobre lo que pasó aquel día.

Desde aquel 14 de febrero de 2004, la madre del campeón, Tonina, no ha cesado de repetir que en la investigación realizada con "demasiada velocidad" había demasiados puntos oscuros y tras 10 años ha reunido las pruebas para conseguir que la fiscalía de Rimini (este de Italia) vuelva a reabrir el caso con la hipótesis de "homicidio voluntario y alteración de cadáver y de la escena del crimen".

La investigación oficial describe que Pantani ingirió una dosis letal de cocaína, que las pequeñas heridas en su cuerpo y la sangre que se encontró fueron debidas a la caída tras la muerte y que el desbarajuste en la habitación se debían al delirio en el que se encontraba el ciclista en esas horas debido al consumo de drogas.

Pero desde el pasado sábado, cuando se supo que la fiscalía volverá investigar, la prensa italiana publica cada día nuevos interrogantes sobre lo que pasó aquella noche al corredor de 34 años en el apartahotel Le Rose de Rimini.

El diario "Gazzetta dello Sport" explica este martes que entre los testimonios incluidos en la investigación había tres jóvenes que declararon que encontraron a Pantani el día antes de su muerte y que dijeron que parecía que estuviese "mal de la cabeza", pero de éstos nunca más se supo.

Sin embargo, Oliver Laghi, la persona que le llevo la cena - una tortilla de jamón y queso- la noche del 13 de febrero, aseguró en su declaración que vio bien a Pantani y que incluso le dijo que trajese a su hijo el día siguiente para firmarle un autógrafo.

El periódico deportivo también habla de una llamada de teléfono a un empresario amigo de Pantani y en el que un desconocido le preguntaba si sabía dónde estaba el corredor, pero sobre la que tampoco se investigó en su momento.

El diario "Corriere della Sera" también denuncia que en el vídeo grabado por la policía de la habitación donde se encontró a Pantani alguien ha borrado 125 minutos, así como que a nadie se le ocurrió comprobar las huellas dactilares presentes en la habitación.

Según la reconstrucción oficial, el ganador de Giro y Tour de 1998, no volvió a abrir la puerta después de la cena, sin embargo la autopsia probó que había "desayunado" antes de morir aquella mañana.

También los resultados de la autopsia certificaron que Pantani tenía hasta 16 heridas en cuello, cara y muñecas que se produjo debido al estado de confusión y de rabia debido a la droga, mientras que el abogado de la familia apunta a que se debieron a su lucha con los agresores.

Otro de los misterios es el de la presencia en el pequeño apartamento de dos chaquetas para esquiar, pero siempre se sostuvo que él había llegado a ese hotel sin equipaje por lo que la pregunta de la familia es quién las llevó hasta allí.

En las pruebas aportadas por el abogado de la familia Pantani, Antonio de Rensis, se sostiene que la cantidad de droga encontrada en el cuerpo del corredor - cerca 20 gramos - sólo se soporta si se ingiere diluida en agua.

La Fiscalía de Rimini comenzará la nueva investigación en septiembre, pero para Andrea Rossini, uno de los periodistas que ha seguido el caso y ha escrito un libro sobre la muerte del escalador no hay duda que se trato de una sobredosis.

"Explico por qué no fue asesinado", es el título de su artículo en el diario local "Corriere de Romagna" y en el que sostiene, entre otras cosas, que en los últimos meses Pantani no sólo esnifaba cocaína sino que la ingería en grandes cantidades.