La entrevista

Julián Gorospe: "Indurain era el ciclista perfecto"

Julián Gorospe, ex ciclista y concejal de Cultura en Iurreta, fue profesional entre 1982 y 1994 y director de Euskaltel entre 1998 y 2006

Julián Gorospe fue ciclista profesional

Julián Gorospe fue ciclista profesional / sport

Agustí Bernaus

¿Hay algún otro exciclista reciclado a político?

Prudencio, el hermano de Indurain, también se metió en política con UPN y allí sigue.  

Nunca nos explicó porque usted no siguió en Euskaltel Euskadi como director deportivo.

Probablemente por un tema político. El sector alavés tenía mucha fuerza. Las Diputaciones de Vizcaya y Guipuzkoa subvencionaban al equipo y pensaron que con un director alavés a lo mejor se implicaba económicamente la Diputación de Alava, Pero no fue así. Mi marcha fue muy desagradable. Con la perspectiva que te da el tiempo ves que en aquel equipo ciclista se consiguieron cosas muy, pero que muy importantes. 

Puso a Euskadi en el mapa del Tour con la victoria de Laiseka en Luz Ardiden, en el 2001. 

Si, aquello fue muy emotivo  ya que era el producto de un trabajo que había comenzado con los amateurs. Como equipo profesional partimos de cero,  Ibamos a Portugal a buscarnos la vida, sobrevivíamos como podíamos hasta que Francis Lafarge, entonces relaciones públicas de Reynolds, nos presentó al director del Tour, Jean François Pescheaux. Aquel encuentro lo cambió todo. Nos abrió las puertas de las carreras que organizaban ellos, nos llevó a la París-Niza, accedimos al Dauphiné. Me imagino que le caímos bien.

¿Tan solo eso? 

Al Tour le gustaba nuestra filosofía, pero a Euskaltel llegaron otros que se atribuyeron méritos, vieron la necesidad de cambiar. Temían quedarse fuera de la ronda francesa.  Abrieron las puertas a corredores que no eran vascos y en dos años lo fastidiaron todo. Fue una pena porque Euskaltel, en sus orígenes, se había movido por ilusión.

¿Sería bueno un Euskaltel en todas las comunidades? 

No es fácil. Nosotros, los vascos, cuando consideramos que una cosa es nuestra la defendemos al máximo. El Athletic es un buen ejemplo. Los catalanes sois muy parecidos, pero no sé si en otros sitios serían capaces de hacer lo mismo. También en Galicia llegaron a sacar un equipo patrocinado por la Xunta pero no sobrevivió. 

Usted ayudó a Delgado a ganar el Tour y también a Indurain en sus dos primeros triunfos. ¿Qué perspectiva tiene ahora?

Miguel era el ciclista perfecto. Cuando uno lo tiene todo parece que gana fácil. La gente destaca su gran superioridad en la contrarreloj, pero es que también era muy completo en los otros terrenos. Los escaladores como Chiappucci no conseguían dejarle por el fuerte ritmo al que subía. Además tenía la suerte de los campeones, nunca tuvo caídas ni lesiones. Solo le fastidiaban las alergias y de manera ocasional. Se cuidaba, no era ambicioso y eso nos facilitaba mucho la gestión de la carrera ante adversarios muy, pero que muy fuertes. Rominger era astuto. Y Chiappucci atacaba en todos los sitios. Fíjate que rivales: Bugno, Fignon... Había un montón.

¿Cree que hoy Miguel seguiría siendo el mejor? 

Seguro, pero tendríamos que volver a los recorridos de antes, a contrarrelojes de 70 Km y a cronometradas por equipos de 80.   

¿De los ciclistas actuales, con cual se siente identificado?

 Con Mikel Landa. El próximo año será decisivo para él. La era de Contador se está terminando.

¿Por qué en todas sus entrevistas sale a relucir la Vuelta del 83? 

Porque debió de ser importante y lo importante perdura en el tiempo . Cuando Tom Dumoulin perdió esta última Vuelta ante Fabio Aru, hubo mucha gente que me llamó. Solo que en 1983 no era Aru, sino Bernard Hinault. Yo tenía 23 años y aquella etapa de Serranillos me marcó,, pero no me quejo. He vivido y he disfrutado del mejor ciclismo.