Ciclismo - Vuelta a España

Homenaje a Wes Craven en la Vuelta a España

El recorrido de la etapa andorrana de la Vuelta a España quita el sueño incluso a los corredores mejor preparados

La de hoy es, con diferencia, la etapa más dura de la historia de la Vuelta a España

La de hoy es, con diferencia, la etapa más dura de la historia de la Vuelta a España y, con lluvia al final, puede ser dramática / sport

Agustí Bernaus

Joaquim Rodríguez se le ha ido la mano. Nadie sabe lo que estaría pensando cuando en el Principado de Andorra y  Javier Guillén, el director de la <strong>Vuelta</strong>, recabaron su colaboración para que diseñara la etapa reina. A partir de su campo de entrenamiento preferido dibujó un perfil que puede engullirle debido a una dureza surrealista. Todos los ciclistas consultados coinciden en que no han disputado nada igual. En realidad están atemorizados porque después de diez días de competición, con un Tour y un Giro en las piernas, en septiembre nadie está seguro de nada.

Cuando aparece un miedo digno de Wes Craven, se anda con más precaución y ello va en detrimento del espectáculo ciclista. Ayer, los responsables de los equipos y los corredores buscaban en sus ordenadores los detalles de los puertos y las previsiones meteorológicas.

Estas indicaban cielo cubierto durante toda la jornada, viento moderado y temperaturas no superiores a los diez grados en los puertos. La lluvia está prevista que acompañe a los ciclistas subiendo a Els Cortals d’Encamp. Más de uno se sacó un peso de encima porque un descenso con la carretera mojada en el último tramos de La Rabassa o en la Collada de La Gallina sería un drama. 

El terreno de juego de hoy es de los que cortan la respiración puesto que sobre un recorrido de 138 km algo más de 60 km son en ascensión puesto que hay que incluir los acercamientos hasta los puertos, siempre en ascenso. La etapa tiene 5.000 metros de desnivel positivo, pero lo realmente impresionante es que cuatro de los seis puertos de la jornada tienen  desniveles que están por encima del 11%. En Beixalis, por ejemplo, los ciclistas tendrán que superar un 14, 20%. 

Evidentemente que es una etapa que puede acabar con las piernas de cualquiera y posiblemente la dureza recomiende a quienes se juegan la Vuelta mostrarse contemporizadores hasta el último puerto a la espera de que el desgaste de las ascensiones haga por si solo su trabajo. Un error, un ataque a destiempo, sin calcular, puede significar despedirse de la Vuelta. 

En este terreno nadie da un duro por Tom Dumoulin, el actual líder de la Vuelta. El holandés es un escalador sobresaliente, pero no tiene el sello de excelente. La etapa de hoy es materia reservada para hombres Tour curtidos en mil batallas. Y aún así, ellos, Chris FroomeNairo Quintana o Alejandro Valverde, no están seguros de nada por la fatiga física que les ha supuesto enlazar dos grandes rondas con un mes de intervalo.

Quim Rodríguez tiene la ventaja de correr en casa, de conocer los puertos como nadie y de estar comprometido con esta etapa y los aficionados, que esperan de él un triunfo y acaso, el maillot rojo que tiene solo a 57”. 

En Movistar, no cabe duda de que hoy utilizarán el hecho diferencial sobre el resto de equipos. Jugarán con una tenaza táctica mediante Valverde Quintana. Y después de lo visto en el final de etapa de Benitatxell, la van a necesitar, porque el ganador del Tour, Froome, parece haber recobrado su golpe de pedal en la montaña. Para Fabio Aru, reciclado a jefe de filas de Astana, y Rafal Majka, también es una buena oportunidad de romper los pronósticos.