Ciclismo/Lieja-Bastogne-Lieja

El error de cálculo de Valverde

Alejandro Valverde sobrevivió al frío, la nieve, la lluvia y hasta el granizo durante la Lieja-Bastogne-Lieja, espero con ilusión la oportunidad de conseguir una cuarta victoria, pero no vio el momento de construir su ataque tras un trabajo de libro de Movistar. 

Valverde

Valverde no acertó en la lectura de la clásica / Efe

Agustí Bernaus

El ganador de la Flecha Valona, Alejandro Valverde, estaba convencido de que este lunes celebraría su 36º cumpleaños con la cuarta Lieja-Bastogne-Lieja en el bolsillo. Había entrenado en el nuevo recorrido, había memorizado la principal novendad, la ascensión de Naniot, situada a 2,5 Km. de la llegada. Pensó que el ataque del suizo Michele Albasini en este terreno, llevándose al excampeón del mundo, el portugués Rui Costa, a Wout Poels y a Samuel Sánchez no iba a ser decisivo. Pero se equivocó. 

Valverde se desvaneció en el final de la Lieja-Bastogne-Lieja después del trabajo inconmensurable de sus compañeros de equipo. El último fue el colombiano Carlos Betancur, que en Saint Niklas,a  7,5 Km. de la llegada incrementó el ritmo con un ataque para endurecer todavía más la carrera. Allí Vincenzo Nibali dijo basta. Poco después se produjeron más ataques provocados por el nerviosismo mientras el grupo de favoritos quedaba reducido a una treintena. Valverde siguió esperando hasta la rué de Naniot, seiscientos metros sobre adoquines de tamaño reducido, de patio. Cuando Albasini lanzó su ofensiva pensó que habría otros contrataques que le llevarían hasta el suizo. Y aguardó a que emergiera el peso pesado de Orica, Simon Gerrans. Pero este no estaba bien, como tampoco los estaba Kiatkowski (Sky). Eso engañó a Valverde, que siguió esperando una maniobra que nunca llegó a producirse: "Fue una lástima porque creí que el pavés no sería definitivo". Cuando Albasini, Costa, Samuel Sánchez y Poels tomaron unos metros de ventaja, detrás no se pusieron de acuerdo para organizar la caza. En la ascensión que llevaba a meta Ilnur Zakarin arrancó y se quedó entre dos aguas. Valverde se dió cuenta de que había calculado mal. Intentó acercar el grupo, pero aquello era irreversible "ya no pude entrar en el sprint.ha sido una lástima porque el equipo ha estado de diez con unas condiciones de mucha dureza. De vez en cuando granizaba, nevaba, llovia bajo cero. Al final me quedo con una sensación rara y al mismo tiempo buena, porque mis condiciones siguen siendo óptimas de cara al Giro de Italia".