CICLISMO-GIRO DE ITALIA

Aru y Astana agotan todos los recursos contra Contador

Mikel Landa se consagra en la emblemática cima de Madonna de Campiglio y Alberto Contador reafirmó su liderato en el Giro de Italia al lograr cinco segundos más de ventaja sobre su rival más directo, Fabio Aru

Contador reafirma liderato

Contador se distanció aún más de Aru / sport

Agustí Bernaus

Mikel Landa, un alavés de 25 años que se ha convertido en el brazo derecho del italiano Fabio Aru (Astana) se impuso en la decimocuarta etapa del Giro que concluyó en Madonna de Campiglio después de 165 km. En este escenario en donde hace dieciseis años se escribió el principio del fin de Marco Pantani, Alberto Contador confirmó su liderato en la corsa rosa al conseguir cinco segundos más de ventaja sobre su más directo rival, Aru, quien utilizó todos los recursos a su alcance para encontrar un punto débil en el madrileño.

El bravo corredor sardo cruzó la línea de llegada detrás de Contador, le miró a los ojos y negó con la cabeza. Lo había intentado todo hasta hacerse daño. Hace dos días tuvo una bajada de azúcar.  En la contrarreloj, en la lucha individual, quedó desarbolado por completo y este domingo ha llegado a la cima con más voluntad que fuerzas. Representaba la imagen de la impotencia ante el líder del Giro. Por eso, a 3 km de la llegada dio luz verde a Landa para que atacara y se fuera en busca de una de las etapas más emblemáticas de este Giro. Solo que el alavés formado en las filas de Euskaltel, desencadenó la reacción de la maglia rosa. Su arrancada fue tan fuerte que solo la pudo seguir Contador. Y al ver lo que se le venía encima se detuvo para que Aru lograra enlazar. El italiano hizo un amago para facilitar un nuevo ataque de Landa y de nuevo el de Pinto se soldó a su rueda. Alberto, muy superior, se lo estaba poniendo muy difícil. De este marcaje intentó beneficiarse el ruso Trofimov (Katusha) y cuando Landa lo intentó por tercera vez, a quinientos metros, Contador pensó que ya les había hecho sufrir bastante y se quedó con Aru.

Landa consiguió su etapa y el madrileño se mostró como un líder sin fisuras, colosal y a la altura de los Dolomitas.

El problema de Contador, sin embargo, estuvo en su propio equipo. El pinteño se quedó aislado en la ascensión al Passo Daone, a 30 Km de la llegada. El italiano Ivan Basso y Roman  Kreuziger se asfixiaron por el intenso ritmo que impuso Astana. Eran los últimos de la guardia de corps de Tinkoff. A partir de entonces, Contador quedó a merced de lo que pudieran hacer tipos como un inconmensurable Tiralongo, Rosa, Kangert y el propio Landa, al servicio de Aru. En condiciones normales, cualquier ciclista que no fuera Contador se hubiera puesto a temblar, pero él incluso se permitió el lujo de sprintarles por una bonificación intermedia a 16 km de la meta para mostrar su fortaleza física. Fue una señal más de las muchas que envió a sus adversarios. Pero su aislamiento, sin duda, es un hecho preocupante de cara a la tercera semana de carrera. Oleg Tinkov debería de preocuparse más de arropar con efectividad al último de los grandes campeones españoles que de provocar con sus comentarios en las redes sociales. "El resultado es para estar contento porque al final parecía una contrarreloj por equipos en la que yo iba a rueda. Además, el falso llano lo hacía todo más complejo para controlar todos los ataques", comentó el madrileño, quien bromeó con las bonificaciones: "Esos sprints eran gratis y por eso los cogí".

El duelo entre Astana y Contador en Madonna di Campiglio sirvió también para que el costarricense Andrey Amador (Movistar) pedaleara agazapado entre los mejores hasta que a 5 km de la llegada cediera tiempo (42") pero mantuviera su tercer puesto en la general. Sirvió también para que su compañero Giovanni Visconti y Beñat Intxausti, que se filtraron en una escapada de once corredores, lograran regresar al top ten el italiano y consolidar el liderazgo de la montaña el vasco.  También sirvió para que el belga Jurgen Van Den Broeck se despidiera de su quinto puesto en la general al ceder 5'47".

El Giro llega a su segunda jornada de descanso con un Fabio Aru sin saber que tiene que hacer para ganar este Giro. El italiano está abrumado por la superioridad en todos los terrenos de la maglia rosa. Ha agotado todos sus recursos. Pero aún queda la parte más dura con un montón de sorpresas por delante