El KO de la Champions le deja tocado

Wenger, contra las cuerdas

Las críticas por el mal partido del Arsenal ante el Mónaco colocan otra vez en la diana a Arsene Wenger

Jordi Blanco

Inglaterra acogió con estupor la derrota del Arsenal frente al Mónaco, que deja al club gunner con un pie fuera de la Champions y que devolvió al primer plano a Arsene Wenger, responsabilizado en primera persona del fiasco del miércoles.

"Nos suicidamos en defensa" afirmó el entrenador francés al acabar el partido y la palabra suicidio fue la más repetida por los medios británicos, que criticaron tanto el sistema empleado como los errores en ataque y, por encima de todo, la mala defensa de un equipo "destrozado" por los contragolpes del Mónaco.

"No tuvimos suerte porque el primer gol fue desviado, pero en el segundo y el tercero arriesgamos demasiado. Parece que hemos perdido nuestro nervio y nuestra racionalidad en el terreno de juego. El corazón se impuso a la cabeza y a este nivel no funciona" explicó Wenger, consciente ya el miércoles por la noche que sería el centro de todas las críticas.

Martin Keown, legendario ex defensa del Arsenal y hoy destacado comentarista en BBC, señaló que al Arsenal "le faltó profesionalidad" y aconsejó a Wenger un cambio de relación con sus jugadores: "Les ama como a un hijo, les trata como a su hijo, les mima... y debería ser implacable y duro en beneficio del equipo".

El Arsenal se arriesga por quinta vez consecutiva a caer en los octavos de final de la Champions, una ronda que no supera desde la temporada 2009-10, cuando eliminó al Oporto remontando en el Emirates por 5-0 el 2-1 de la ida y fue eliminado por el Barça en cuartos de final.

A partir de ahí, el propio FC BarcelonaMilan Bayern en las dos últimas temporadas eliminaron al equipo de Wenger en el primer cruce posterior a la fase de grupos, algo que en lógica debería suceder ahora con el Mónaco.

La historia recuerda que ningún equipo ha sido capaz de remontar dos goles fuera de casa en una eliminatoria de la máxima competición continental desde 1969, cuando el Ajax perdió en los cuartos de final por 1-3 en Amsterdam frente al Benfica y se clasificó en un partido de desempate (3-0) después de ganar por 1-3 en Lisboa.

El Arsenal rozó la proeza hace dos temporadas, en esta misma ronda de octavos. Cayó en la ida por 1-3 en el Emirates frente al Bayern de Múnich y ganó en la vuelta por 0-2 al equipo de Jupp Heynckes, que se clasificó por el doble valor de los goles en campo contrario. Y acabó conquistando el título en Wembley frente al Borussia Dortmund.

"Tenemos una pequeña ocasión, pero no me importa lo pequeña que sea nuestra opción. Lucharemos por ella" advirtió Wenger, proclamando que el Arsenal acudirá al Luis II (un estadio que conoce bien) convencido de "dar la vuelta a la eliminatoria".