Torres será la punta de lanza en Rusia

El Atlético, que no ha perdido ninguno de los diez partidos oficiales que ha disputado hasta ahora, dará un paso de gigante en sus aspiraciones de clasificarse para los octavos de final de la Champions League si es capaz de lograr la victoria en el campo del rival más fácil del Grupo H, el Rostov. 

El equipo rojiblanco, que ostenta el liderato tras sumar seis puntos ante el PSV Eindhoven (0-1) y el que era el gran favorito, el Bayern (1-0), está ante una oportunidad de oro de rematar la faena en el doble enfrentamiento frente al equipo ruso. Colocarse con 12 puntos a falta de dos jornadas sería prácticamente definitivo. Hoy debe dar el primer paso con un triunfo que incluso aumente sus opciones de ser primero de grupo. 

Tan consciente es Dego Simeone de la importancia de sumar un triunfo esta noche que presentará el mismo equipo que goleó (7-1) al Granada, salvo la entrada de Fernando Torres por el francés Kevin Gameiro.  

Pese a la enorme distancia que separa las plantilla de ambos equipos, no lo tendrá fácil la escuadra colchonera. El Rostov encadena 26 partidos sin  perder en su campo, el Stadium Camp 2, en todas las competiciones. Ya sonada fue la goleada (4-0) que le endosó al Ajax en el último partido del hoy blaugrana Jasper Cillessen para clasificarse para la Champions por primera vez en su historia.

Aunque en el banquillo ruso se sienta Ivan Daniliants, todas las decisiones técnicas y tácticas se toman desde el palco. Quien realmente dirige el equipo es Kurban Berdiev, vicepresidente y director deportivo. Este antiguo entrenador del Rubin Kazan que consiguió dar una de las mayores sorpresas de la historia de la Champions al derrotar (1-2) al Barça de Messi en el Camp Nou y también de eliminar al Atlético de Simeone en los dieciseisavos de final de la Europa League de 2013.

El Rostov es una versión tosca del Atlético. Basa su fuerza en el sistema defensivo, en los pelotazos largos y en un intenso juego áreo. No tiene grandes nombres, salvo los del central español César Navas, cuya presencia es dudosa después de haber viajado a Madrid por el nacimiento de su segundo hijo y el del ecuatoriano Noboa, seguramente su futbo