Pasó casi todo el partido en el área técnica

Y Tito Vilanova volvió al banquillo

La presencia de Tito Vilanova en el banquillo del Parque de los Príncipes fue una de las noticias del PSG-Barça

Josep Capdevila

Con chaqueta y bufanda gris y una pose seria y concentrada, como requería el encuentro. Así se pudo ver a Tito Vilanova sentándose de nuevo en un banquillo de un campo de fútbol. Era la primera vez que lo hacía  desde el pasado 19 de enero, cuando estuvo en el banquillo de Anoeta en el Real Sociedad-Barça (3-2). Cuando regresaron ese día a Barcelona, en el aeropuerto del Prat, a pie de avión, fue saludando a todos sus jugadores y despidiéndose de él. Ya tenía las maletas a punto para irse a Nueva York para seguir con el tratamiento de su enfermedad.

Han sido dos meses en Estados Unidos, antes de volver a Barcelona la pasada semana. Como ya se preveía, poco a poco se ha ido incorporando al trabajo habitual, un proceso que aún debe continuar. No viajó a Vigo, pero sí que lo hizo a París. No dio la rueda de prensa previa al partido ni la posterior, pero sí que se sentó en el banquillo.

No le dejaron estar tranquilo. A los 4 minutos ya tuvo el primer susto cuando Busquets remató al poste de su propia portería. No aguantó mucho sentado, sino que pronto le vimos ya a pie de campo siguiendo las evoluciones de sus jugadores. Con el paso de los minutos se le vio en varias ocasiones dando instrucciones al equipo, siempre con un semblante bastante tranquilo.También hubo tiempo para el lamento, como con un disparo de Messi que salió fuera por poco.

Eso sí, la tranquilidad se acabó cuando el propio Leo se acercó al banquillo para comunicar que tenía unas molestias musculares. Habló con él, con el doctor Pruna y le pasó a Juanjo Brau, el recuperador, lo que le había dicho el argentino. Y cuando Messi, a pesar de esas molestias, intentó jugar el balón le requirió con rapidez para que se quedara quieto y ni se moviera hasta el descanso.

En la segunda parte, Tito siguió viendo prácticamente todo el juego de pie, al límite del área técnica. Era la hora de los posibles cambios y por eso se le vio hablando bastante tanto con Jordi Roura como con Aureli Altimira, sus dos hombres de confianza.

En un final de partido no apto para cardíacos, Tito protestó cuando parecía que Stark no pitaba penalti en la acción sobre Alexis y luego, como todo el banquillo, no pudo ocultar su alegría tras transformar Xavi el penalti.