Play-off: Mónaco-Villarreal

Un triste Villarreal se queda fuera de la Champions

El equipo amarillo apenas inquietó al Mónaco en su intento de remontar el 1-2 de la ida y los locales repitieron triunfo con un penalti injusto cuando todo estaba decidido

Josep Bosch

El Villarreal se deberá conformar con disputar la Europa League tras mostrar su versión más plana en Mónaco, donde el objetivo de dar la vuelta al adverso 1-2 de la ida fue misión imposible. El equipo de Fran Escribá apenas inquietó a un rival que venció de nuevo al transformar un inexistente penalti cuando todo el pescado estaba vendido.

La empresa del Villarreal era difícil, pero el equipo amarillo dejó malas sensaciones pues tan solo gozó de una oportunidad. Eso sí, muy clara, que Santos Borré desperdició al filo del descanso y que pudo alterar el desarrollo del partido.

Capaz de lo mejor y de lo peor, de combinar acciones notables con despistes que dan mucho aire al rival, el 'submarino amarillo' firmó unos primeros cuarenta y cinco minutos más que discretos pero llegó vivo al descanso e incluso puso en algún aprieto al equipo de Leonardo Jardim en el tramo final del primer periodo.

Santos Borré desperdició la oportunidad más clara al no estar acertado a la hora de superar un 'uno contra uno' ante el meta Subosic, que rechazó el balón despejado en última instancia por Jemerson. Poco después, los jugadores del Villarreal reclamaron penalti por manos de Raggi.

Antes de estas acciones, el partido había transcurrido con un claro control monegasco. Sin oportunidades nítidas, pero con constantes llegadas locales a las inmediaciones del portal de Asenjo. Las acciones ofensivas del equipo de Leonardo Jardim se vieron facilitadas por las constantes pérdidas de balón de un Villarreal bastante espeso. Germain, en dos ocasiones, y Bakayoko, pusieron a prueba al portero Asenjo después de que la presión que ejercía el Mónaco ahogara al equipo de Fran Escribá, que tenía muchas dificultades para sacar el balón en condiciones.

El panorama varió en los inicios del segundo tiempo. El tiempo, lógicamente, empezaba a jugar en contra del Villarreal, que debió asumir riesgos. Los amarillos, que presionaron más arriba, conectaron mejor y Santos Borré dio el primer susto con un zurdazo desviado. Pero fue un espejismo pues no volvió a producirse otro disparo contra la portería de Subosic.

Con poco ritmo y nulas ideas, el Villarreal fue apagándose ante un Mónaco que cedió metros y toda la iniciativa al rival. El choque derivó en insulso y el gol quedó en mera anécdota. La eliminatoria estaba sentenciada cuando el colegiado decretó penalti en una acción en la que el balón dio en la espalda de Musacchio y que Fabinho convirtió en el 1-0.