Champions League

La credibilidad del PSG, a salvo

Cavani celebra la consecución del primer gol

Cavani celebra la consecución del primer gol / AFP

Josep Coves

Josep Coves

“La Champions es la competición donde los equipos se juegan la credibilidad”, disparó Unai Emery el martes, en vísperas de afrontar la primera final de la temporada en Londres. Ser campeón de grupo para tener, sobre el papel, un sorteo más favorable en octavos era el objetivo que perseguían el técnico vasco del PSG Arsène Wenger, el del Arsenal, en un choque directo y nada amistoso, a pesar de la curiosa coincidencia en la publicidad que ambos equipos comparten.

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Champions League

2
2
Alineaciones
Arsenal
Ospina, Jenkinson (Oxlade-Chamberlain, 81'), Mustafi, Koscielny, Gibbs, Coquelin (Walcott, 80'), Ramsey, Alexis, Özil, Iwobi (Xhaka, 77') y Giroud.
PSG
Areola, Meunier, Marquinhos, Thiago Silva, Maxwell, Krychowiak (Ben Arfa, 67'), Verratti, Motta, Lucas (Jesé, 89'), Matuidi y Cavani.

Con el empate a dos goles con que terminó el partido, el PSG toma ventaja sobre el Arsenal para acabar primero de grupo, lo que deberá refrendar la próxima jornada derrotando al Ludogorets en el Parque de los Príncipes para no tener que esperar el tropiezo del Arsenal en Basilea.

Emery no iba de farol. Desde que el balón echó a rodar el PSG se hizo con el control del juego y durante muchos minutos fue el único equipo que propuso. Sin Di María, lesionado, el campeón francés salió con Matuidi y no con su sustituto natural, el francés Ben Arfa, en un intento de controlar y contener mejor en la zona ancha, lo que inicialmente le dio buen resultado.

Ni la estadística, claramente en contra del PSG con una sola victoria en sus ocho partidos anteriores en tierras inglesas, amedrentó al campeón francés en su intento de sorprender al Arsenal. La idea, basada en el control del balón, comenzó a tomar cuerpo pasado el primer cuarto de hora de partido.

Primero, con un remate de Thiago Silva que Gibbs salvó desde la misma línea de gol y en el minuto 18 con un balón que desde la izquierda Lucas Moura puso en el área pequeña de los gunners donde Cavani no tuvo más que alargar la pierna para batir a Ospina.

Con Lucas muy activo, la permanente amenaza de Cavani y la labor de Motta y Krychowiak en la contención, el PSG era entonces el amo y señor del partido. El Arsenal fue recuperando el dominio del balón con el paso de los minutos sin encontrar espacios donde hacer daño.

Özil comenzaba a desbordar y Alexis lo intentaba en solitario, pero la defensa del PSG se mostraba firme hasta que el chileno cayó dentro del área en una disputa con Krychowiak. El árbitro, riguroso, señaló penalti y Giroud no falló en el que era el primer disparo del Arsenal entre los tres palos.

El gol coincidió con la marcha de los jugadores al túnel de vestuarios. Todo un golpe para el PSG, que hasta entonces había sido superior.

Los parisinos lo siguieron intentando en la segunda parte y estuvieron cerca de lograr el segundo tanto cuando Lucas estrelló un libre directo en el larguero.

Pero si la grandeza del fútbol se escribe desde los guiones más insospechados fue por esta razón por la cual el Arsenal acabó voltenado el marcador a la hora de juego. En una jugada de rebotes y más rebotes en el área visitante, el rechace de un jugador del PSG impactó en Verratti y el balón tomó el camino de la red.

La credibilidad de la que hablaba Emery nunca la perdió el conjunto francés. Recuperó la compostura y el mando. Matuidi, Verratti y Motta dijeron basta y Cavani volvió a tomar el mando arriba. Un balón cabeceado por Lucas, que incomprensiblemente Iwobi volvió a tocar en su intento de rechazar, se convirtió en el segundo gol de los franceses.

Era el 2-2, que beneficia al PSG en su intento de acabar primero de grupo, ya que en el Parque de los Príncipes los dos equipos empataron a un gol. No por ello los franceses levantaron el pie. Siguieron en su empeño de marcar el tercer gol, que Cavani estuvo a punto de convertir con un cabezazo en plancha y una vaselina.