Nasri acerca al Sevilla a octavos

Un gol de Samir Nasri en la recta final del primer tiempo da un importante triunfo al Sevilla en un soporífero partido en el que el Dinamo de Zagreb nunca tuvo opción a otra cosa que a la derrota. El equipo de Jorge Sampaoli, igualado a 7 puntos con la Juventus, da otro paso hacia los octavos de final, que podría ser definitivo cuando la próxima jornada el conjunto croata visite el Sánchez Pizjuán. 

El planteamiento ultradefensivo del equipo croata deparó un partido en una sola dirección: la portería de Livakovic. Los primeros cuarenta y cinco minutos se jugaron prácticamente en 35 metros. Los diez futbolistas balcánicos sólo tenían como misión cerrar espacios para que el Sevilla no encontrara ningún resquicio por donde hacer daño a su guardameta. 

El equipo de Jorge Sampaoli hizo bien en armarse de paciencia. En un escenario así, el gol suele ser cuestión de tiempo. Tal vez le faltó un poco más de velocidad en sus acciones pero el cuadro hispalense fue lo más parecido a un martillo pilón que golpeó una y otra vez sobre el área rival. Le costó derribar el muro croata. Mariano, el mejor sevillista sobre el césped, probó suerte con un lanzamiento lejano que no sorprendió a Livakovic y Nasri falló un gol cantado casi en la raya de gol. Tal fue su dominio y su control del juego que se intuía que el Sevilla se adelantaría en el marcador en cuanto lograra alterar la concentración defensiva del Dinamo. Y así ocurrió. La primera vez que Mariano logró romper en velocidad por su banda, pilló a contrapie a la zaga croata y asistio a Nasri para que el francés desequilibrara la contienda cuando el partido encaraba el descanso. 

El Dinamo de Zagreb no respondió porque no tiene argumentos técnicos ni tácticos para hacerlo ante un rival de la entidad del Sevilla, que se fue al descanso consciente de que había hecho lo más difícil. 

El equipo nervionense apostó en el segundo tiempo por mantener esa mínima ventaja, sobre todo después de que Vietto desperdiciara una clarísima ocasión para dar la puntilla a su rival pero el argentino remató fuera solo ante el portero a medio metro de la portería. Salvo algún pequeño susto provocado por un exceso de confianza, el Sevilla no tuvo problemas para sumar una victoria frente a un Dinamo de Zagreb que nunca creyó tener posibilidad alguna.