REAL MADRID 4 - ATLÉTICO DE MADRID 1

El Madrid rompe su gafe doce años después

El Real Madrid volvió a proclamarse campeón de Europa, doce años después de su última Champions, ante un Atlético que tuvo el título en sus manos hasta el minuto 93

ESTHER BLASCO

El Real Madrid logró su preciada décima Copa de Europa después de imponerse en el estadio Da Luz de Lisboa ante un Atlético a quien le pasó factura el desgaste físico sufrido durante toda la temporada. Los de Simeone acariciaron la Champions durante 93 minutos, pero un gol de Sergio Ramos en el descuento permitió a los de Ancelotti desquitarse en la prórroga. Hacía doce años, desde la final de Glasgow en 2002, que el madridismo vivía obsesionado con ganar su décima Champions. 

Diego Simeone arriesgó alineando a Diego Costa de inicio. El delantero parecía haber protagonizado una recuperación milagrosa, sin embargo al entrenador argentino le bastaron nueve minutos de partido para darse cuenta de que Costa no estaba al cien por cien y decidir cambiarlo por Adrián.

La recaída del hispano brasileño sentó como un jarro de agua fría para la afición colchonera. En cambio, la salida del jugador coincidió con la fase de mayor dominio del Atlético hasta ese momento de partido. Esa superioridad era una trampa. En Lisboa se enfrentaban dos equipos que se sienten cómodos al contragolpe, por lo que Carlo Ancelotti intentó neutralizar el peligro de los colchoneros con espacios, dejando que fueran los atléticos los que cogieran las riendas del partido.

Pero la presión de la final, los nervios y los problemas musculares de algunos jugadores clave pasaban factura a lado y lado del campo. En el caso del Madrid, por ejemplo, Khedira notaba la falta de actividad de los últimos meses. Tampoco Cristiano mostraba su mejor versión en la primera parte. Sin embargo, incluso a medio gas el portugués puede generar peligro como demostró cuando pasaba media hora del inicio del partido. CR7 aprovechó un error de Tiago a la hora de sacar el balón desde la defensa, el portugués vio a Bale en carrera y le tiró un desmarque milimétrico. Su disparo salió ligeramente desviado, pero fue la ocasión más clara del Madrid en toda la primera mitad.

GODÍN, EL HÉROE COLCHONERO

El Atlético, a pesar de tener el balón, a penas había chutado a la portería de Iker Casillas en la primera media hora. Pero la apisonadora atlética nunca descansa y un error frente a los del Cholo puede ser letal. Casillas lo recordará toda la vida. A la salida de un córner, Godín peinó de cabeza desde el punto de penalti, cogiendo al portero descolocado a media salida. El jugador pasará a la historia del Atlético por su gol en la final de Lisboa, que recordó al de hace una semana en el Camp Nou que valió una Liga para el Atlético.

El gol del uruguayo no cambió el rumbo del partido. Ni siquiera tras el descanso. Simeone se encargó de alentar por partes iguales a su equipo cuando bajaba la intensidad y a la afición cuando cesaba en sus cánticos.

APARECE EL MIEDO ESCÉNICO

Los minutos no pasaban en balde para los colchoneros. El cansancio y sobre todo el miedo escénico empezó a agarrotar las piernas de los jugadores del Atleli a medida que avanzaba el partido.

El Madrid se volcó al ataque y echó atrás a los de Simeone que renunciaron a la pelota y al juego, se limitaron a encerrarse en su propia área y sacar balones a la desesperada. Las grandes virtudes defensivas del conjunto del Manzanares volvieron a ponerse de manifiesto en Lisboa. Pero ni un equipo tan sólido como el del Cholo fue capaz de frenar la tromba madridista.

Pasaban tres de los cinco minutos del tiempo de añadido, cuando Sergio Ramos obró el milagro para el Madrid. Había estado avisando el conjunto madridista, hasta que de tanto intentarlo el gol acabó por llegar. Modric botó un córner, Ramos saltó con el corazón y picó el balón justo al rincón de la portería al que Courtois no podía llegar.

EL DESGASTE SENTENCIA AL ATLETI

Los noventa minutos de desgaste, después de una temporada tan larga, pasaron factura en las piernas del Atlético. Sin fuerzas para salir a la contra, con un Juanfran mermado por una torcedura de tobillo, el equipo cargado de tarjetas y con los tres cambios agotados, los minutos no pasaban para los de Simeone.

El Madrid dominaba sin problemas, dando la sensación que el gol de la sentencia estaba al caer. Y así fue. Di Maria se fue sin problemas de sus dos marcadores, se internó en el área y colgó el balón para que Bale rematara de cabeza (110’) y explotara el éxtasis merengue.

Marcelo y Cristiano Ronaldo (que solo pudo marcar de penalti innecesario cuando ya se había llegado al tiempo reglamentario) pusieron el colofón a la fiesta del Madrid, ante un Atlético totalmente abatido.