Sacó a relucir su faceta polémica

Los errores arbitrales que esconde Mourinho

El técnico madridista volvió a protagonizar una rueda de prensa victimista en la que se acordó de supuestos errores que perjudicaron a sus equipos en el pasado pero obviando otros de flagrantes con los que salió beneficiado

Alfonso Callejas

José Mourinho volvió a tirar de su hemeroteca particular este miércoles tras la disputa del Manchester City-Real Madrid para recurrir a su faceta más victimista, <strong>con la que recuperó viejas polémicas ya enterradas</strong>, sobre hipotéticos errores arbitrales del pasado. Unos lamentos que a más de uno recordaron su célebre rueda de prensa del “¿por qué?”, que tristemente protagonizó tras la disputa de la ida de las semifinales de la Champions League ante el Barça en 2011.

'Mou' tuvo tiempo para recordar la expulsión de Pepe ante Alves, volviendo a ironizar sobre la contundencia de dicha entrada, y sacó a la palestra la expulsión de Thiago Motta en el Camp Nou en la vuelta de las semifinales del 2010, además de recordar, incluso, cuando 'su' Chelsea cayó eliminado a manos del Liverpool en las 'semis' de 2005 por un gol fantasma del exazulgrana Luis García.

"He perdido una semifinal con un gol que no era porque el balón no entró. Otra semifinal en la que Pepe rompió tibia y peroné a Dani Alves. Otras dos, perdidas por penaltis. He jugado en Barcelona una hora con diez jugadores, aquí han sido sólo veinte minutos”. Ése fue el lamento de un Mourinho que en cambio decidió volver a obviar otra serie de errores de las que sus respectivos equipos salieron muy beneficiados en Europa y que le permitieron cosechar sus dos Champions como entrenador hasta la fecha.

La desgracia de Andrade y el silencio de Collina en Stamford Bridge

En 2004, el sorprendente Oporto de 'Mou', que había dado la campanada en octavos tras asaltar Old Trafford y superar al competitivo Lyon en cuartos, alcanzó la gran final tras eliminar a un Deportivo que sufrió el maltrato arbitral en el encuentro disputado en Portugal, donde se vivió una de las expulsiones más surrealistas de la última década. El central Andrade dio una inocente patada bromeando a su compatriota Deco para regañarle por una acción. El colegiado alemán Markus Merk sorprendió a los presentes al no tener piedad de Andrade y enviarlo directamente a la caseta. “Es mi amigo”, lamentaba el zaguero deportivista. Una amarilla por protestar dejaría también sin partido de vuelta al veterano Mauro Silva, en un encuentro que se decidiría por un penalti cometido por César sobre Deco.

El resto de la historia es de sobras conocido. El Oporto de Mourinho alzaría la Champions tras arrollar en la final al Mónaco de Giuly y Morientes por un sonrojante 3-0. Su éxito en Europa le abriría a 'Mou' las puertas de la Premier League. En su primera campaña en Stamford Bridge, el luso llevaría al Chelsea hasta las 'semis' donde caerían apeados por el gol fantasma del que se acordó el técnico madridista este mismo miércoles. Sin embargo, el de Setúbal obvió lo sucedido dos rondas antes, cuando el Chelsea superó al Barça con polémica incluida. Tras la remontada liderada por la 'Gallina' Maxi López en la ida, y la inolvidable 'punterinha' de un genio llamado Ronaldinho al borde del descanso, que clasificaba al Barça con un parcial de 3-2 (2-1 en la ida), el Chelsea firmaría su pase a cuartos al marcar Terry a la salida de un saque de esquina en el que Carvalho obstaculizó de forma clamorosa a Víctor Valdés. El reputado Pierluigi Collina no quiso saber nada del asunto y el Barça se despidió prematuramente de Europa.

La cadena de errores favorable al Inter en 2010

Cinco años más tarde, ya con Mourinho en el banquillo del Inter de Milán, la historia se repetiría, pero con otro capítulo incluído, y aún más flagrante. Tras clamar al cielo por lo que meses más tarde tacharía de “escándalo de Stamford Bridge”, en el que el Barça alcanzó la final de Roma de 2009 gracias al 'Iniestazo', el Inter de 'Mou' y Eto'o eliminaría al Chelsea en octavos tras una polémica eliminatoria en la que los 'blues' reclamarían varios penaltis, uno de ellos clamoroso de Samuel sobre Kalou en el encuentro de ida disputado en San Siro y que acabó con triunfo local por 2-1. La historia se repitió en el encuentro de vuelta, que acabaría con un sorprendente 0-1 que permitió a los italianos alcanzar los cuartos donde esperaba el modesto CSKA de Moscú, con el Barça o el Arsenal en el horizonte.

Llegaban las semifinales, con el Barça como gran rival, y Mourinho tenía marcada a fuego esa fecha en el calendario. La polémica sería protagonista en un cruce que hizo saltar chispas en ambos bandos y en el que el colegiado portugués Olegario Benquerença se mostró especialmente 'casero' en el encuentro de ida disputado en el Giuseppe Meazza, tras pasar por alto un clamoroso penalti de Sneijder sobre Dani Alves y al mirar hacia otro lado en el tercer gol local, en el que Diego Milito remató a puerta en evidente fuera de juego. Dichos errores no fueron suficiente castigo para un Barça que en la vuelta tuvo que sufrir la dureza 'neroazzurri' el gol de Bojan que daba el pase a la final del Bernabéu y que fue anulado por unas manos más que dudosas de Touré Yayá. Por no hablar ya de dos posibles penaltis sobre Alves e Ibrahimovic -el sueco acabó por los suelos y con la camiseta rota tras un agarrón- de los que el Barça, a diferencia de “el señor José” -como citaría Pep Guardiola a 'Mou' un año más tarde- no reclamaría a posteriori.

Parece claro que 'Mou' no tiene tantos motivos para recurrir sistemáticamente a sus mediáticos lamentos. Sin embargo, todo apunta a que la vieja cantinela del “escándalo de Stamford Bridge”, la 'patada de Pepe', la roja a Motta y otros recuerdos serán idóneos para que el luso construya su particular artillería de excusas para intentar escapar indemne de un futuro en clave de derrota.

NO TE PIERDAS UN RESUMEN DE CUATRO SOBRE LOS ERRORES QUE ESCONDE MOURINHO: