Real Madrid, 2 - Bayern, 1

La décima... decepción

Los madridistas ya se veían con la famosa 'décima' en el bolsillo. Pero deberán esperar por lo menos un año más. El fútbol hizo justicia y el Madrid pagó cara su racanería. El Bayern pasó a la final en la tanda de penaltis de un partido en el que fue infinitamente superior. Cristiano marcó los dos goles, pero falló su lanzamiento

SPORT.ES

El Bayern de Múnich será el rival del Chelsea en la final de la Champions el próximo 19 de mayo, tras derrotar en la tanda de penaltis a un Real Madrid que se había impuesto por 2-1 en los 120 minutos reglamentarios.

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Champions

2
1
Alineaciones
Real Madrid
Casillas; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María, Özil (Granero, m.111), Cristiano Ronaldo; y Benzema (Benzema, m.106).
Bayern
Neuer; Lahm, Boateng, Badstuber, Alaba; Luiz Gustavo, Schweinsteiger; Robben, Kroos, Ribery (Müller, m.95); y Mario Gómez.

El conjunto blanco tiró por la borda la eliminatoria después de haberse adelantado por 2-0 en el primer cuarto de hora de juego gracias a dos goles de Cristiano Ronaldo, el primero de ellos de penalti. Los de Mourinho mostraron de nuevo su cara más conservadora y, a partir de ese momento, se limitaron a conservar su renta. El antifútbol no les sirvió esta vez. Robben volvió a poner las cosas en su sitio al transformar otra pena máxima por un claro derribo de Pepe a Mario Gómez (2-1). Los bávaros fueron mejores y dominaron con claridad en todo momento, pero se lo acabaron jugando todo en la tanda de penaltis. Y ahí, los fallos de Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos, fueron definitivos.

Cristiano empezó fuerte... y luego se desinfló

Y eso que el duelo empezó poniéndosele muy pronto de cara a los locales. El Madrid salió fuerte. Y a los seis minutos, el árbitro sancionó con pena máxima una mano de Alaba en el área al interceptar un disparo de Di María. Cristiano Ronaldo no perdonó desde los once metros (1-0, 6').

El Bayern supo reponerse del golpe. Incluso después de recibir el 2-0, en posible fuera de juego, antes del cuarto de hora. Los bávaros tienen un equipo compacto, altamente peligroso cuando el fútbol pasa por sus extremos, y cuando Mario Gómez entra en contacto con el balón. Él solo fijó a Pepe y Sergio Ramos. Y dominaron de forma aplastante el juego y la posesión

El Bayern perdonó el 1-1 en dos acciones casi consecutivas de Robben y Mario Gómez, que fallaron solos ante Casillas. Y Khedira fue providencial rebañando el esférico cuando Ribery se disponía a marcar a puerta vacía.

2-0 en posible fuera de juego

El castigo no pudo ser más duro para el conjunto alemán. A la siguiente acción, el Real Madrid explotó su pegada. Una transición rápida, conducida por Özil, la culminó Cristiano Ronaldo, en posible posición antirreglamentaria, con un remate ajustado al palo (2-0, 14'). El pase a la final parecía sentenciado. Nada más lejos de la realidad.

Dos goles de ventaja y el ambiente a su favor. El Real Madrid aceleraba rumbo a Múnich hasta que cometió los mismos errores que en el Allianz Arena. Reculó metros inconscientemente. Buscó el contragolpe sin éxito y renunció a la posesión. Su fútbol se redujo a una carrera a lo loco de Di María. Sin que el balón pasase por Xabi Alonso, perdido un día más. Se adueñó de él el Bayern.

Un Madrid a merced de su rival

Los madridistas se desgastaron corriendo tras la pelota. Y comenzó la exhibición del Bayern. El 2-1 se hizo esperar más de la cuenta, porque pudo haber llegado antes. Luiz Gustavo enganchó un testarazo que sacó de nuevo Khedira, Mario Gómez conectó un disparo pegado al palo y tanto fue el cántaro a la fuente que, al final, se rompió.

Penalti claro de Pepe... y 2-1

Pepe derribó con claridad a Mario Gómez, que ganó la posición a los centrales. Y Robben no falló en su vuelta a la que fue su casa. Ejecutó el penalti ajustado al palo. Con Casillas adivinando la intención y rozando el balón con su guante derecho. La eliminatoria estaba igualada (2-1, 27'). El Real Madrid había desaparecido del campo. Nervioso y sin pausa.

Los blancos se hunden

Solo una acción aislada de Benzema pudo dar el tercero al equipo de Mourinho. Escorado, dibujó un disparo con rosca que rozó la escuadra. Era un espejismo. El Bayern se jugaba todo a una carta. Su equipo descansó en una Bundesliga ya perdida. Con más físico. Kroos encontraba agujeros en la zaga blanca, su pase al espacio lo chutó sin fe Mario Gómez con todo a su favor. Llegó el descanso que pedía a gritos el Real Madrid con una falta de Robben al palo de Iker, que desvió por los pelos.

Mourinho no supo enderezar el rumbo

Debía reaccionar Mourinho, pero tardó en reforzar la batalla perdida en el centro del campo. Salió con lo mismo y nada cambió. El balón fue del Bayern. El Real Madrid estaba encerrado. Mario Gómez rozaba el poste con un nuevo testarazo. Y Benzema era el que tiraba metros hacia delante de nuevo, con un desmarque bueno y disparo cruzado que sacó Neuer.

Cristiano debía aparecer, y un lanzamiento de falta suyo fue a manos de Neuer. Robben se la jugó luego ante Casillas, que le sacó el mano a mano con rapidez, como en la final del Mundial, en vez de asistir a Mario Gómez, solo.

Cuando el Bayern rebajó la intensidad Mourinho recurrió a Kaká. Fresco tras no jugar en Múnich ni en el Camp Nou. Su pasado exitoso en la competición más prestigiosa a nivel de clubes en quince minutos que liderar. Se desesperó en una contra en la que Benzema no le vio solo en el pase atrás. Y desapareció.

En la máxima tensión, cuando un error te deja fuera y un acierto te conduce a la gloria, Mario Gómez tuvo en sus pies la eliminatoria. Fue en el último minuto. Robben se la pasó, y el gigantón controló en vez de chutar y cuando lo hizo salvaron lanzándose a por todo Ramos y Xabi Alonso. Llegaba la prórroga.

Sin fuerzas en la prórroga

El cansancio pasó factura en la media hora de tiempo extra. Las piernas pesaban, y Mourinho hizo entrar a Higuaín. De nada sirvió. No hubo ocasiones y el partido finalizó con el Bernabéu coreando el nombre de Iker Casillas.

Y en la tanda, la sentencia

En la tanda de penaltis ocurrió lo inesperado. Falló Cristiano el suyo, el futbolista que había marcado todos sus lanzamientos esta temporada. Falló Kaká también, más fuera que dentro del Real Madrid. Casillas levantó a su equipo con sus paradas a Kroos y Lahm. Cuando todo se igualaba, Ramos apostó por la potencia y la envió a las nubes. Y Schweinsteiger puso la guinda.

El Real Madrid de Mourinho volvía a quedarse a las puertas de la final. El Bayern puede ser el primer equipo de la historia que gana la Liga de Campeones en su estadio. El Chelsea le espera.