ESPECIAL CHAMPIONS

Emery es la baza de un Spartak con más entrega que fútbol

Los rusos, que tendrán el frío a su favor, confían en que el estratega español les permita discutir el segundo billete para octavos al Benfica

Toni Juanmartí

El técnico Unai Emery es la mayor esperanza del Spartak de Moscú para intentar algo que se le antoja, a priori, muy difícil: destronar al Benfica de la hipotética segunda posición del grupo y meterse en los octavos de final, con el permiso de un Celtic que no es inferior a los rusos.

El Spartak responde al perfil clásico de equipo ruso en los últimos años. Tiene un bloque compacto y físico ordenado en defensa pero con carencias evidente cuando tiene el balón. Sin embargo, el club moscovita sí tiene velocidad arriba para hacer daño al contraataque.

En una plantilla con nombres mayormente desconocidos, destacan el ex del Espanyol Nico Pareja, el ex del Everton Bilyaledtinov, el sueco Kim Kallström y, sobretodo, el recientemente llegado en forma de cesión Jurado, incorporado para manejar la creación de juego.

Más alla de nombres propios, con quien sí podrá contar Emery es con el frío, que jugará un papel favorable para el conjunto ruso. De hecho, en la visita del Barça a la capital rusa, en noviembre, se prevé una temperatura de 0 grados.

A nivel de trayectoria, el Spartak es un equipo que dominó la década de los 90 en su país pero venido a menos en los últimos años, pues no gana un título de liga desde 2001.

Para llegar a esta fase de grupos, en busca de igualar o superar el mayor hito del club en la Champions, llegar a semifinales (1990-91), el Spartak de Moscú tuvo que eliminar al Fenerbache en la última ronda previa de la competición.