El Bayern aparta al Atlético de los elegidos

Oblak no pudo hacer nada para evitar este magistral lanzamiento de Lewandowski

Oblak no pudo hacer nada para evitar este magistral lanzamiento de Lewandowski / AFP

El Atlético no pudo concluir la fase de grupos con un pleno de victorias. Un golazo de Lewandowski, sacando las telarañas de la portería de Oblak con un lanzamiento de falta impecable, acabó con la trayectoria inmaculada del conjunto colchonero, que accede de todas formas a los octavos de final como primero de grupo.

Todo estaba decidido antes del inicio de esta jornada 6 de la Champions League. De ahí que tanto Carlo Ancelotti como Diego Pablo Simeone reservaran futbolistas. Müller, Lahm y Ribéry lo hicieron por el Bayern, mientras que en el Atlético prescindía Juanfran, Filipe Luis, Gameiro y Tiago.

Lo único que estaba en juego era la honrilla. La bávara, de sacarse la espina de la derrota en la primera vuelta. La madrileña, de entrar en ese grupo de elegidos que conforman Milan (temporada 92-93), PSG (94-95), Sparta de Moscú (95-96), Barça (2002-2003) y Real Madrid (2011-2012 y 2014-2015) como los únicos cinco equipos que han concluído una fase de grupos sin ceder un solo punto.

El gato al agua se lo llevó el cuadro alemán. Jugando ante su público, el Bayern dio un paso adelante desde el minuto uno ante un Atlético que parece haber entrado en una espiral de desidia inédita en la 'era Siemone'.

El técnico argentino ya hizo una declaración de intenciones apostando por Correa como segundo punta. Un mensaje poco ambicioso que caló en sus futbolistas. Así, Neuer quedó casi inédito, mientras que Oblak tuvo más trabajo del habitual.

El meta colchonero se lució ante Douglas Costa antes de que Lewandowski se sacara de la chistera el lanzamiento de falta que acabó decidiendo el encuentro.

En la segunda parte, Douglas Costa y Bernat volvieron a poner a prueba los reflejos de un Oblak que respiró cuando Thiago falló lo imposible en los últimos compases.

El ex del Barça se encontró con un balón suelto en el área pequeña y con toda la portería a su favor, pero acabó disparando incomprensiblemente a las nubes.

El error de Thiago mantuvo al Atlético con opciones hasta el final, pero los colchoneros fueron una sombra de equipo que solo tuvo un amago de destello con la entrada al terreno de juego de Gameiro.

Fue un espejismo que se diluyó de inmediato. La cara de Koke cuando Simeone decidió sustituirle fue todo un poema. Un síntoma de que las cosas empiezan a deteriorarse en el vestuario rojiblanco.