El Atlético se prueba en San Siro antes de la finalísima

El Atlético de Madrid ha tomado en la tarde del viernes contacto con el césped del estadio de San Siro, aparentemente en perfectas condiciones, con la final de la Champions League frente al Real Madrid ya a la vista, a 27 horas, con toda la plantilla al completo y con 55 minutos de trabajo para ultimar los detalles.

Desde la tarde del jueves alojada en un hotel de cinco estrellas, a 2,4 kilómetros de San Siro -el Meliá Milano-, la plantilla completó este viernes su único entrenamiento en Milán en el escenario del choque de este sábado, con sus 23 futbolistas sobre el terreno de juego, los 22 del primer equipo más el portero Bernabé.

Desde ya veinte minutos antes al inicio de la sesión, Gabi Fernández y Koke Resurrección aguardaban sobre el césped el comienzo del entrenamiento. Después saltó el francés Antoine Griezmann y más tarde el resto, primero a las órdenes de Óscar Ortega, preparador físico, para el calentamiento y varios ejercicios físicos, con el extécnico italiano Arrigo Sacchi como espectador en la banda.

visitas de sacchi y raúl garcía

Sacchi, que ha trabajado tanto para el Atlético, como técnico, a finales de los años 90, como para el Real Madrid, como director general de fútbol en la pasada década, conversó con Andrea Berta, miembro de la dirección deportiva, y Clemente Villaverde, gerente y consejero del club rojiblanco, mientras el equipo se entrenaba.

También lo siguió desde la grada Raúl García, atacante del Athletic Club y campeón de siete títulos con el Atlético antes de ser traspasado el pasado verano al conjunto bilbaíno.

Sesión de 55 minutos

Fue una hora de entrenamiento sin ninguna prueba clara sobre la alineación titular del entrenador argentino Diego Simeone, con remates a portería a centros desde las bandas de 'El Cholo' y Juan Vizcaíno, como es habitual en cada sesión de la víspera de cada encuentro a lo largo de toda la temporada en Majadahonda.

Después, en un espacio limitado en torno al centro del campo, Simeone diseñó un ejercicio de posesión de balón a un solo toque por jugador, con la plantilla dividida en tres equipos -dos de siete futbolistas y uno de seis-, para terminar luego con estiramientos, con el sonido constante de un helicóptero policial que sobrevoló San Siro y con alguna queja del cuerpo técnico y la plantilla atlética.