El Athletic busca en Europa un antídoto a su depresión

El Athletic afronta el segundo compromiso en la Liga de Campeones con el objetivo de encontrar en Europa remedio a sus males. Nada mejor que obtener una victoria, aunque sea a miles de kilómetros de Bilbao, para que el equipo rojiblanco dé un golpe encima de la mesa y aleje los fantasmas de la crisis que se cierne sobre San Mamés debido al mal arranque del campeonato liguero.

Una victoria, cuatro derrotas y un pobre y reciente empate sin goles en casa ante el Eibar han dejado al Athletic en el pozo de la tabla. Nadie se explica los motivos que han llevado al equipo de Ernesto Valverde a esta tremenda y nefasta transformación cuando hace un mes el Athletic entró en la Champions por la puerta grande tras superar al Nápoles de Rafa Benítez en la eliminatoria previa.

"Estamos espesos, pero somos los mismos que hace un mes" apunta Valverde. Y es que los mismos jugadores que hicieron vibrar a la afición están ahora agarrotados. Ni marcan goles -tres partidos a cero en San Mamés cuando habían marcado en cada uno de los 21 anteriores- ni, lo que es peor, crean ocasiones, ofreciendo un fútbol tan plano y previsible que facilita las tareas del rival.

Valverde busca soluciones: "Ante el BATE Borisov afrontamos otra competición en la que por el momento estamos invictos. Vamos a por la victoria, nuestra mente está puesta en la Liga por la situación clasificatoria, pero buscamos en Europa el impulso necesario. Sabemos que cuando lo hacemos bien el equipo funciona".

Se prevé algún cambio en el equipo titular, pero hasta la fecha Valverde ha contado con un once más o menos fijo. Sorprendió la ausencia en la convocatoria del delantero Borja Viguera, que el pasado sábado ante el Eibar estrenó titularidad.

El BATE Borisov también tiene urgencias, no solo porque fuera humillado en la primera jornada en Oporto (6-0) sino porque ve amenazada su eterna hegemonía -campeón las ocho últimas temporadas- en la Liga bielorrusa a manos del Dinamo Minsk.