La bula portuguesa podría facilitar la titularidad de Fabio Coentrao

El APOEL amenaza con su épica al coloso madridista

El Real Madrid se toma un respiro en la Liga a costa de la Champions midiéndose al campeón de Chipre

La previa del Apoel-Real Madrid

La previa del Apoel-Real Madrid / sport

Alejandro Alcázar

El Madrid y Mourinho han roto la hiriente rutina desde el empate de Villarreal con una escapada a Chipre. La Champions y el APOEL traen un respiro. Cambiar el chip de una a otra competición. Aparcar por unos días esa implacable persecución a la que le somete el Barça en la Liga. Ahora tocan los cuartos de Champions ante un rival inédito. Un `David¿ dispuesto a provocar a `Goliat¿. Un APOEL `lusohablante¿ que no quiere despertarse del sueño. Que aspira alargar su idilio con el fútbol a costa de un Real Madrid glorioso, enorme, mítico pero vulnerable, histriónico, peleado con el mundo y consigo mismo. Los chipriotas se sienten premiados por llegar hasta aquí, pero quieren abrir el regalo y jugar con él, disfrutarlo, y pelear por quedárselo aunque enfrente esté uno de los primos de `Zumosol¿ de la Champions.

Mourinho volvió ayer al paredón de la prensa. Pero no habló de Lass, Di María y Callejón, lesionados, sí del hombre que pone el equilibrio, Xabi Alonso. El jugador insustituible al que Mourinho tendrá que buscar alter-ego entre esos que esperan apoyados al sol y en una pared de Valdebebas a que `The Special One¿ les llame. Puede ser que hoy, tampoco. Que Sahin, Granero y Altintop no cambien su rutina y Coentrao confirme que tiene bula portuguesa y se sitúe junto a Khedira en el medio centro. Arriba, más dudas. Ozil, Kaká, Benzema e Higuaín para tres puestos salvo que juegue con trivote. Lo sabremos una hora antes. Ellos, dos, para que no lo filtren a la prensa.

El APOEL pierde al goleador, Manduca, por sanción. Iván Jovanovic, un técnico con mano de hierro, dice que incluso siendo perfectos puede que no ganen. Su mejor cualidad es el orden de sus equipos. Y su mejor arma, el contragolpe. A pesar de todo, el potencial del Real Madrid tiene que pasar por encima de la épica de un rival que se ha gastado 250.000 euros en seis fichajes para aspirar a una hazaña ante el gigante blanco.