SEXTO SENTIDO

Verdades que no se pueden borrar

Carme Barceló

Me lo veía venir. No necesito ser discípula de Rappel para prever lo que iba a suceder después de la consecución de la Eurocopa. En Madrid padecen una afasia mental que, por ejemplo, les hace olvidar de repente que Cristiano era el candidado ideal al Balón de Oro e iniciar una campaña pro Casillas para ensombrecer, ya no sólo el nombre de Messi, sino el de Iniesta y Xavi. De repente, el estilo de la selección de Del Bosque es el de España, opacando una realidad tozuda como es esa filosofía futbolística cuya marca, práctica y método pertenecen al FC Barcelona. Reconocer los méritos y la aportación de una columna vertebral blaugrana y un manual que Don Vicente ha decidido mantener contra viento y marea es demasiado duro para muchos. Duele. Vaya si duele. Tanto como las agujas que perforan la piel de muchos jugadores cuando se tatúan símbolos y afectos. Aunque fastidie ¿por escribirlo fino¿, esta selección española lleva grabado hasta la segunda capa de la dermis un estilo cuyo origen se está mamando en La Masia desde hace años. Negar esa influencia es cerrar los ojos a una realidad tozuda, muy incómoda y difícil de digerir. Que esta selección pase a la historia pero a la par perpetúe un estilo y convierta en perenne la `marca Barça¿ no interesa. Xavi es `el jugador catalán¿ cuando se pierde y el `centrocampista español¿ cuando se gana. Y como él, el resto. Pero el mundo hace tiempo que sabe la verdad y ésta no se borra con un láser. Y eso será tan eterno como el amor de madre.