SEXTO SENTIDO

Luises day, Luises time

Ver y escuchar a Luis Enrique y Luis Suárez hace subir el optimismo

Ver y escuchar a Luis Enrique y Luis Suárez hace subir el optimismo / sport

Carme Barceló

Es como si al barcelonismo le hubieran inyectado un Prozac en vena. He escrito uno, no varios. Porque en esta vida funciona mejor el ‘piano, piano’ que la explosión puntual. Tranquilidad y buenos alimentos. Ha sido ver y escuchar a Luis Enrique y a Luis Suárez y subir el optimismo unos cuantos enteros.

Eso y la dupla Messi-Neymar, el impresionante fútbol de Rakitic, la calidad de Rafinha y la explosión de los Munir, Sandro y demás. Escribía hace justo una semana sobre las ganas del culé de recuperar el orgullo de serlo y parece que el Gamper, la trobada mundial de penyes y, sobre todo, la actitud que destilan entrenador y jugadores en sus apariciones públicas han empezado a levantar algo más que los ánimos.

Este Barça empieza a poner. Bastante. Y me ha gustado el mensaje claro de Luis Enrique. El que dice, el que se lee entre líneas y el que ejecuta en el campo. Más allá del vídeo ‘toca-fibra’ motivador en el congreso peñístico -en el que se le veía marcando y celebrando un gol en el Bernabéu vestido de azulgrana-, el técnico ha venido a no casarse con nadie o con muy pocos. Veremos cómo encaja el vestuario alguna de sus decisiones, pero este es su momento y hay que darle espacio y galones.

El otro Luis también nos ha tocado el alma. Porque la calidad futbolística ya la teníamos clara. En mi casa saben de mi devoción histórica por este jugador que hoy se arrepiente de su mordisco, que asume su castigo, que reconoce haberse puesto en manos de profesionales para reconducir su ‘pronto’ y que dejó muy claro, como Neymar hace un año, que su opción era y es el Barça y que no quiso escuchar cantos de sirenas blancas. Soplan vientos a favor. Una etapa nueva marcada por los dos Luises, dos fichajes motivantes y motivadores. Ojalá se conviertan en tsunamis de alegría.