SEXTO SENTIDO

Habrá que aprender a sacar pecho

Iniesta y Cristiano Ronaldo, protagonistas en los clásicos

Iniesta y Cristiano Ronaldo, protagonistas en los clásicos / sport

Carme Barceló

Llega la Semana Santa y amanecen los pecadores, los pecados, los asentados cómodamente en el limbo, los que purgan, los que ascienden a cielos propios y ajenos y los demonios. Muchos. Y con nombre y apellidos. Un fin de semana sin competición de Liga en Primera y falta tiempo para sacar los santos y los Judas a la calle. Permitidme esta introducción no seglar para mandar a los infiernos a los que llevan días desinformando, medrando, pirañeando y malinterprentando unas declaraciones de Josep Maria Bartomeu intencionadamente filtradas. Porque los Reyes ya sabemos quiénes son y, como decía áquel, “que no nos embauquen”. Me subo por la paredes solo de pensar el mal uso que se ha hecho del nombre de Tito Vilanova. Pena, rabia y asco, por este orden, me despiertan las editoriales y acusaciones que se han realizado en este sentido. Hemos pasado de la enemistad tolerada y convivible a la peligrosa. Como cuando se habló de presuntos dopajes, por ejemplo. Venimos de una zona centro en la que celebran una derrota del Real Madrid en el Camp Nou sacando pecho por lo bien que se ha perdido. ¿Nosotros no sabemos? Quizá no. O no sabemos o no queremos o no podemos. O las tres cosas a la vez. Llevamos el lirio en la mano del brazo corrupto de Santa Teresa. Somos buenos no, lo siguiente. Nos dan lecciones de señorío donde lo han perdido desde hace tiempo. Habrá que ir pensando cómo dar un golpe en la mesa y en la meseta y presumir a lo grande de un Barça que sigue arriba en tres competiciones, que es el líder de la Liga, que ha ganado al Real Madrid “más parecido al del fútbol de Guardiola” –aún estoy inspirando sales desde que lo escuché– y que cuenta con el mejor y más deseado jugador del mundo en sus filas. Y al que, por si alguien se le ha olvidado, acompañan unos señores con un curriculum vitae digno de pasar a la historia del fútbol. A ver si vamos dejando el coro de plañideras, nos subimos al paso y lo marcarmos. Que hay motivos y razones para hacerlo. Por favor.