SEXTO SENTIDO

El chicle de Ancelotti

Yo, si fuera él, me llevaría hoy unas Juanola al Bernabéu

Yo, si fuera él, me llevaría hoy unas Juanola al Bernabéu / sport

Carme Barceló

Con los ojos en blanco y nunca mejor dicho. Con la mirada clavada en el suelo y la ceja en las alturas. Allí, más o menos donde habita el ser superior que le paga la nómina y le ficha a la mitad de la plantilla. Con las orejas gachas y los oídos atentos a los pitos del Bernabeu con dedicatorias diversas. Con la muerte en los talones y la camisa que no le llegaba al cuerpo. Y el chicle. O el caramelo blando, que hay varias teorías. Empieza alegre, mordisqueando con soltura y ritmo sincopado. Pero pasan los minutos y los dientes machacan. Cambia el compás a la par que el rival muerde. Tiene más fuerza el técnico en las mandíbulas que sus jugadores en las piernas. A los 45 minutos ya están la mayoría echando el bofe. Les pesan las piernas y han aligerado las ganas. El famoso “sextete” se ha convertido en seis puntos que le separan de un Barça al que su entrenador no regala nada a nadie ni aceptaría jamás directrices desde los despachos. La derrota ante el Atlético de Madrid ha dolido más que si a Ancelotti le tuvieran que arrancar el chicle pegado al pelo. El público del feudo blanco estaba negro. Pitos al portero, a Arbeloa, a Benzema y gritos de “Florentino, dimisión” en diversos sectores del estadio. A Cristiano se lo llevaban los demonios viendo el desastre. Y es que da la sensación de que el único que está enchufado en este equipo es el portugués. El ambiente en ese vestuario se corta con un cuchillo. Salió Pepe a la zona mixta y acabó de rematar la fiesta. “¿Los pitos a Iker? El público siempre tiene razón”, dijo el defensa y se quedó tan ancho. Una mano sí se la echó a su compañero, pero al cuello. Ancelotti habló en la rueda de prensa de “pequeños errores” y por su expresión parecía que pesaban toneladas. Hoy tiene otra cita en el Bernabéu. Yo, si fuera él, me llevaría unas pastillas Juanola. No sea que con el chicle y el plebiscito acabe saliendo en globo.