SEXTO SENTIDO

Barça de videoconsola

Carme Barceló

En el momento de escribir este artículo, la simpar FIFA sigue manteniendo el castigo desmedido a Luis Suárez, el nuevo fichaje del Barça. Inmersa en las redes sociales, donde los de allí hablan de la cartera versus cantera y los de aquí nos congratulamos de la que va a ser mejor delantera de Europa, busco los términos de la sanción. De entrada, el uruguayo tiene todos los números de ser presentado en el Auditori, alejado del césped y de lo que es su modus vivendi y operandi. Suárez no puede pisar un campo de entrenamiento, ni ver partidos de fútbol desde la grada -de disputarlos, ni les cuento, claro-, ni jugar encuentros de carácter benéfico ni visitar a niños hospitalizados con el resto de sus compañeros de equipo. Vamos, que si tuviera la más mínima intención de hacer feliz a una criatura enferma yendo a verla a una clínica con un grupo de jugadores, tampoco puede. Y eso que ha pedido perdón... Por lo demás, en mi barrio ya se han puesto manos a la obra para ofrecer el parque de la Sagrada Familia como lugar emblemático para que pueda entrenarse por su cuenta. Y no descarten la capilla gaudiniana por si hiciera falta para la presentación. La FIFA permite ambas opciones y también que disfrute del balompié con conocidos y familiares. Los amigos de mi hijo andan emocionados con el último punto de lo que sí puede hacer Suárez: jugar a la videoconsola. Aquí están los chavales, Luis, esperándote para reforzar su equipo. Y el resto de la hinchada, también. Porque contigo, Messi y Neymar este puede ser un Barça de PlayStation.