TEATRO DEL BUENO

Una del Oeste

Laporta es el vaquero valiente y belicoso, mientras Bartomeu es el dueño del rancho al que otros hacen el trabajo sucio

Laporta es el vaquero valiente y belicoso, mientras Bartomeu es el dueño del rancho al que otros hacen el trabajo sucio / sport

Carles Sans

LA MAYORÍA DE LOS NIÑOS de mi generación vimos muchas películas del Oeste. Eran aventuras con muchos tiros, protagonizada por pistoleros buenos y pistoleros malos. Gente ruda que, o bien actuaba sola o lo hacía en grupo. Algunos recordarán el clásico personaje del género, el dueño del rancho que, rodeado de sus secuaces y a lomo de sus caballos, amedrentaba a los habitantes del pueblo, ordenando asaltos a tiro limpio, atracos al banco de la ciudad o disparando sobre el sheriff, que casi siempre acababa solo ante el más peligroso de los pistoleros.

Todo esto viene a cuento porque estoy viendo cómo transcurren las cosas en algunos medios en torno a los aspirantes a la presidencia del Fútbol Club Barcelona. Mientras un aspirante actúa a través de sus declaraciones como un vaquero solitario capaz de enfrentarse con arrojo a todo lo que se ponga por delante, otro adopta un papel pasivo con voluntad de que se confunda con un papel pacífico, que no es lo mismo, dejando que sean otros los que se mojen por él. 

En estos días se está definiendo lo que se adivinaba al inicio de la “película”, que serán Bartomeu y Laporta los que se enfrentarán en el duelo final en la última secuencia. Lo que observo de momento es a un Laporta en su más puro estilo de vaquero valiente, belicoso y amante del cuerpo a cuerpo, buscando enfrentarse a un Bartomeu con pocas ganas de intercambiar golpes, pero como el dueño del rancho, apoyado en otros, en este caso por algunos medios, que pluma en mano le hacen el trabajo sucio. Al final veremos quién dispara más rápido, aunque seguro que el que camina solo sufrirá más que quien se halla arropado de tanta munición.

Eso sí, recuerdo que en algunas películas quien menos posibilidades parecía tener, al final, tras el último disparo, se lleva la estrella del sheriff. The End. 

ENTRE BAMBALINAS

Me vengo preguntando desde hace días si dentro del capítulo “cosas que un jugador no debería de hacer en un terreno de juego” es peor que te muerdan el hombro, te den un rodillazo en las vértebras o te metan el dedo por el culo. Está claro que ninguna de las tres debe ser tolerada, pero sospecho que de las tres solo una sería rechazada por el 99 por ciento de los jugadores; de las otras, siempre habría alguno que no le parecería tan grave.