TEATRO DEL BUENO

Dudo de las conspiraciones

Sans

Cuando Luis Enrique dijo que hay algunos que tienen "muchas ganas de que eso se tuerza", se abrió el frasco de las especulaciones / sport

Carles Sans

Cuando Luis Enrique dijo que hay algunos que tienen “muchas ganas de que eso se tuerza”, se abrió el frasco de las especulaciones y las sospechas. Primero, no sabíamos muy bien por quién lo decía. Tuvimos que indagar y rumiar un buen rato para ver por dónde iban los tiros. Sospechamos ahora que hablaba de los obstáculos que han ido apareciendo en los últimos tiempos a raíz de los títulos obtenidos en estas temporadas. Mientras el Barça los celebraba, otros se lo miraban desde un secarral de éxitos. Pero no creo que las denuncias de Hacienda contra Messi, Neymar y Mascherano, más la UEFA y antes la FIFA, y el caso Neymar, con Bartomeu imputado, provengan de un enemigo organizado a gran escala.

En el fútbol siempre se buscan sospechosos. Empezando por los árbitros. Cuando un equipo pierde por culpa de una decisión arbitral, se les suele acusar de mala intención y de voluntad de perjuicio hacia el equipo damnificado. Pero es que si partimos de la formulación de que el resultado de un partido está influido por prácticas deshonestas, entonces apaga y vámonos. Imagínense que de verdad los árbitros recibiesen consignas para pitar en contra de un equipo. Si así fuera, yo, al menos, me retiraría de aficionado y adiós a este deporte que tanto me gusta. 

Corruptos, los hay seguro: miren a ‘los Blatteres’ de la FIFA; pero no quiero pensar que se trata de algo organizado. 

Esto lo digo porque, a pesar de que el Barça tiene muchos asuntos en los juzgados y algunas condenas en fase de cumplimiento, dudo que obedezca a un pacto confabulado y universal hacia el equipo. Que ciertas personas, llámense fiscal, árbitro o inspector, puedan dejarse llevar por prejuicios personales no ha de llevarnos a la formulación llorona de que van a por el club de forma colectiva... y menos cuando el equipo no rula del todo bien.