El último tren de Deulofeu

Gerard Deulofeu llegó como un ciclón a Italia y tras ser presentado como nuevo jugador del Milan proclamó su deseo de no perder el tiempo y comenzar a mostrarse este miércoles en Turín frente a la Juventus.

La carrera del catalán, rodeada siempre de unas expectativas enormes, se reinicia en el Calcio después de una etapa acabada en falso a las órdenes de Ronald Koeman en el Everton, donde pasó de ser habitual con Robert Martínez a perder protagonismo hasta convertirse en invisible con el holandés, por cuanto su trascendencia este curso en los toffees ha sido decepcionante.

De esta forma, no suena exagerado aventurar que el Milan puede acabar marcando su carrera, en una suerte de examen final después de prometer mucho más de lo que acabó, hasta ahora, confirmando en el terreno profesional.

En Italia tiene seis meses para reconducir una carrera hasta hoy errante

Considerado como el mejor futbolista de su generación, Deulofeu, que entró a formar parte de la cantera azulgrana a los 9 años, se destacó en el Juvenil A bajo el mando de Òscar García, debutó a las órdenes de Luis Enrique en el filial en marzo de 2011 y el 29 de octubre del mismo año Pep Guardiola le dio la alternativa en un partido de Liga frente al Mallorca en que jugó la última media hora en sustitución de David Villa.

Guardiola contó en dos partidos y en cuatro lo hizo a la siguiente temporada, la 2012-13, Tito Vilanova, quien al igual que sus antecesores se mostró convencido de sus posibilidades futuras. Aquel curso disputó 65 minutos divididos en dos partidos de Champions, uno de Liga y otro de Copa mientras marcaba 18 goles en 33 partidos con el Barça B, cerrándose la temporada con Eusebio rebajando la euforia: "Es un futbolista fuera de lo común, pero aún tiene mucho que aprender".

En el Barça jugó 6 partidos y Luis Enrique le facturó en solo dos semanas

Con prisas y sin paciencia, en el verano de 2013 fue cedido por una temporada al Everton, donde Robert Martínez le saludó con elogios, otra vez, fuera de medida: "Es de esos jugadores que te hacen ganar partidos". Su impacto, sin embargo no alcanzó lo esperado y cerró el curso con 29 encuentros oficiales, 11 como titular y solo 4 completos para anotar cuatro goles.

Volvió para quedarse en el Barça y apenas consumida media pretemporada en 2014 a las órdenes de Luis Enrique el entrenador asturiano prescindió de él, argumentando su decisión de cederle al Sevilla en que "no iba a tener los minutos necesarios aquí". Aquella sentencia llegó pocos días después de que el técnico le lanzase un dardo que ya comenzó a dar a entender su poco entendimiento: "Tiene que mejorar mucho en defensa".

El Sevilla le acogió con los brazos abiertos pero la trascendencia en el equipo de Deulofeu quedó muy lejos de lo esperado. Participó en 28 de los 60 partidos oficiales del equipo hispalense y su descenso se demuestra en los datos: Jugó 15 de los primeros 24 encuentros (hasta fin de año)... Y solo 13 de los 36 restantes.

"No tiene madurez ni capacidad de sacrificio" le señaló Unai Emery

La relación entre Gerard y Unai Emery fue de mal en peor y el entrenador vasco acabó por señalarle de forma evidente: "Tiene unas cualidades increíbles, pero también muchas carencias. Ni posee madurez ni capacidad de sacrificio" para sentenciarle con una frase demoledora: "Le he dicho: hay otros chavales como Iborra o Vitolo que aspiran a un contrato como el tuyo, chicos que tienen menos talento pero más hambre".

De vuelta al Barça y sin ser tenido en cuenta por Luis Enrique, el Everton cerró su fichaje en el verano de 2015 por expreso deseo de Robert Martínez. "Gerard es uno de esos enigmas futbolísticos que me tiene robado el corazón" admitió el entrenador catalán, a las órdenes de quien Deulofeu recuperó la confianza y los minutos durante la temporada 2015-16, participando en 33 de los 48 partidos de los toffees.

"Me tiene robado el corazón" reconoció Robert Martínez, quien mejor le llevó

La destitución de Robert Martínez y la llegada de Koeman no pudo ser más negativa para el jugador, que pasó del manto protector del técnico catalán a la exigencia del holandés, mucho menos predispuesto a pasarle nada por alto y con quien comenzó participando en 8 de los 11 primeros partidos de la temporada para, desde octubre, tomar parte en solamente 5 de los siguientes 14.

Koeman quiso reconducirle "pero no pudo" y esperando un cambio de actitud del jugador que no se produjo acabó por dejar de contar con él y abrirle la puerta de salida. Así, al cabo de 572 minutos repartidos en 13 partidos oficiales Deulofeu cerró en falso su segunda etapa en el Everton para iniciar otra aventura que se aventura definitiva en Italia.

Media temporada de tiempo le espera para demostrar que aquel chaval que maravilló hasta convertirse en la última joya del Miniestadi aún puede cumplir las expectativas y desmentir a todos aquellos que considerándole un fuera de serie no apuestan por su éxito al máximo nivel.