Nápoles e Inter, reñidos con el gol

El partido entre Nápoles e Inter fue muy intenso pese a la ausencia de goles

El partido entre Nápoles e Inter fue muy intenso pese a la ausencia de goles / EFE

Mar Bianchi

Mar Bianchi

San Paolo no ha vivido esta noche un derbi norte-sur, en Nápoles se ha vivido una final de Scudetto anticipada. Nápoles-Inter, primero contra segundo, pero siempre con la Juventus mirando de reojo en la tercera posición.

Fue un partido eléctrico desde el primer minuto, los de Sarri empezaron llevando la iniciativa pero el Inter de Spalletti en ningún momento se encerró atrás a esperar, Vecino, Valero y Candreva se combinaban para intentar generar ocasiones en el área de Pepe Reina.

Con el devenir de los minutos, los ‘partenopei’ empezaron a sentirse cada vez más cómodos. La verticalidad, la gran presión que ejercían sobre el Inter y la rapidez de los pases hacían que el juego se decantase del lado local. Las ocasiones de peligro fueron del conjunto de Sarri: Ghoulam brillaba en la banda izquierda y Hamsik, Callejón e Insigne llegaban con facilidad al área rival. A excepción de Candreva, los de Spalletti se desvanecían en la superioridad del Nápoles.

El comienzo de la segunda mitad se caracterizó por un extraño nerviosismo del Nápoles. En el 47, el Inter tuvo una ocasión clamorosa: Matías Vecino recorrió solo tres cuartos del campos y se apoyó en Icardi, a esto se sumó una mala salida de Pepe Reina y, como consecuencia, fue Albiol quien salvó el balón del 0-1. Segundos después, los ‘nerazzurri’ tuvieron una nueva ocasión, esta vez atajada por Reina. Poco después, la táctica del Inter fue encerrarse a anular los espacios del Nápoles, pero Joao Mario protagonizó un par de acciones peligrosas a falta de diez minutos para el final. Mientras tanto, Icardi y Perisic parecían no estar presentes en el césped.

En los últimos instantes, el jugador clave fue Samir Handanovic. Atrapó un disparo fortísimo de Zielinski y también volvió a evitar el 1-0, habría sido un gol en propia puerta de Joao Miranda. Pese al 0-0 final, ambos equipos mostraron el trabajo y la solidez necesaria para plantar cara y desbancar a la Juventus de su trono de hexacampeona de la Serie A.