La emotiva carta de despedida de Totti

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Totti siempre ha demostrado el amor a la Roma con los pies, con sus pases y sus goles. Hasta hoy. En su último partido con la camiseta ‘giallorossa’, el capitán romano cambió el balón por un micrófono y los regates por palabras para deleitar a la grada con una carta que ha emocionado a medio mundo. 

“Ha llegado el momento que esperaba que no llegase nunca. Por desgracia ha llegado. Estos días he leído tantísimas cosas sobre mí, muy bonitas. He llorado todos los días, solo, como un loco. Estos 25 años no se olvidan tal que así, con vosotros tras mis espaldas que me habéis apoyado en lo bueno y en lo malo, sobre todo en los momentos difíciles. Por esto quiero agradecer a todos, aunque no es fácil. Sabéis que no soy de decir muchas palabras, pero las pienso. Estos días me he sentado en la mesa con mi mujer y le he contado algunas cosas, un poco de los años que he vivido con esta camiseta. Esta única camiseta. Hemos escrito una carta para vosotros, no sé si seré capaz de leerla. Lo intento.

Gracias a mamá y papá, a mi hermano, a mis amigos, a mi mujer y mis hijos. He querido empezar por el final, por los saludos, porque no sé si podré leer estas pocas líneas. Es imposible decir con pocas palabras estos 28 años, soy capaz de expresar con mis pies lo que pienso con más facilidad. A propósito, ¿sabéis cuál era mi juguete favorito? El balón. Pero a un cierto punto de la vida uno se hace mayor, así me habían dicho que el tiempo ya había decidido. Maldito tiempo. Es el mismo tiempo que aquel 17 de junio de 2001 querríamos que hubiese pasado rápido. No veíamos la hora, todavía se me pone la piel de gallina de pensarlo. Ahora este tiempo ha venido a llamarme: “Es tiempo de hacerse mayor, quitarse los pantalones cortos y las botas”. 

Durante estos meses me he preguntado porqué me han despertado de este sueño. ¿Os acordáis de cuando erais niños y vuestra madre os despertaba mientras estabais soñando algo bonito? Intentabais recuperar el sueño y retomar el hilo, pero nunca podíais. Esta vez no es un sueño. Es la realidad. Quiero dedicar esta carta a todos vosotros, niños que habéis animado por mí, a los de ayer que han crecido y quizá se convierten en padres. Y a los de hoy, que quizá han gritado ‘Totti-gol’. 

Me gusta pensar que mi carrera será también para vosotros un cuento que contar, este es la parte más fea. Ahora ha terminado realmente, me quito la camiseta por última vez y la doblo bien aunque no estoy preparado para decir basta, y creo que quizá no lo estaré nunca. Perdonadme si en este periodo no he dado entrevistas ni he aclarado mis pensamientos, pero apagar la luz no es fácil. Ahora tengo miedo, no es lo mismo que se siente delante de la portería cuando tienes que marcar un penalti, esta vez no puedo mirar a través de los agujeros de la red qué habrá después. Concededme un poco de miedo, esta vez necesito vuestro calor. Con vuestro afecto seré capaz de pasar página y afrontar una nueva aventura.

Ahora es el momento de darle las gracias a mis compañeros, a los técnicos, los aficionados, la Curva Sur. Nacer romano y romanista es un privilegio. Ser el capitán de este equipo ha sido un honor. Estáis y estaréis siempre en mi vida. Dejaré de emocionaros con los pies, pero mi corazón estará siempre ahí con vosotros. Ahora bajo las escaleras, entro en el vestuario que me ha acogido cuando era un niño y que dejo ahora que soy un hombre. Estoy orgulloso y feliz de haberos dado 28 años de amor. Os amo”.