La venta del Inter, a un paso de ser una realidad

Asalto al trono de Moratti

Ahogado por la crisis, el dueño del Inter entiende que solo la venta del club le puede mantener entre la élite del Calcio

Enzo Palladini | Milán

Estamos muy lejos de llegar a un acuerdo. Todavía estamos por las primeras rondas de negociaciones y hay muchas cosas que concretar” aseveró el viernes por la noche Massimo Moratti, presidente y dueño del Inter queriendo dar a entender que su permanencia al frente del club no se discutía. Ayer, sin embargo, su pérdida de poder se daba por hecha. El multimillonario indonesio Erick Thohir ya estaría en disposición de hacerse con el 75 por ciento de las acciones del Inter. El cambio en el club se da por hecho.

Moratti negó hasta tres veces su intención de renunciar. El empresario, administrador delegado del grupo Saras y que es propietario del Inter desde 1995, mantiene una posición de firmeza que se contempla como simple fachada y alejada de la realidad. En los últimos meses ha tenido que vender algunas de sus empresas petrolíferas y la crisis ha alcanzado al fútbol. De hecho, el mandatario ya ha dejado claro a sus más allegados la imposibilidad de seguir invirtiendo en el Inter.

Lo que hace un tiempo se veía como una inyección de capital, como una `ayuda¿ externa para que Moratti pudiera devolver al Inter a lo más alto se observa ahora como un asalto ante el que el propio dueño no se atreve a negarse. Si entonces se especuló con que Thohir estaba en disposición de invertir cerca de 200 millones de euros para hacerse con un máximo del 40 por ciento de las acciones del club nerazzurro, ahora ya se habla de que el indonesio (que controla en Estados Unidos el DC United de la MLS y también tiene una participación en los Memphis Grizzlies de la NBA) podría pagar 370 millones de euros por ese 75 por ciento de las acciones y, aparte, inyectar otros 200 millones para sanear las cuentas del club y reforzar a conciencia la plantilla.

Jason Levien, socio de Thohir y hombre de su máxima confianza, es esperado en Milán a principios de la próxima semana al frente de un grupo de trabajo encargado de negociar directamente con los colaboradores de Moratti los términos de la venta. El magnate indonesio no tiene intención de viajar a Italia hasta que el trasvase sea una realidad, pero mientras ha puesto a trabajar a sus propios colaboradores en contacto con los servicios técnicos del Inter para conocer las necesidades de su plantilla.

Y entre todo ello, Massimo Moratti, 18 años después de su llegada, prepara su marcha en silencio. Como nunca imaginó.