La ONU de la Bundesliga

Omar Mascarell y Jesús Vallejo son dos de los extranjeros del Eintracht

Omar Mascarell y Jesús Vallejo son dos de los extranjeros del Eintracht / AFP

Juanma Romero

Con el fichaje de Daichi Kamada (20 años), el Eintracht Frankfurt acaba de incorporar al segundo japonés de su filas tras Makoto Hasebe. Algo ya de por sí llamativo pero que en un conjunto como el de Las Águilas resulta de los más cotidiano.

En estos momentos, y matizando en algunos casos, un total de 19 nacionalidades conviven en el primer equipo del Eintracht, que podrían ser bastantes más atendiendo a los orígenes de muchos de sus futbolistas. 

Este verano el Eintracht ha ampliado con nuevas nacionalidades su ya multicultural plantilla.

Además de Kamada, han llegado el punta francés, de origen costamarfileño, Sébastien Haller -el fichaje más caro en la historia del club- y dos jugadores de categorías inferiores que firmaron su primer contrato profesional: el delantero azerbayano, aunque internacional Sub16 y Sub17 con Alemania, Renat Dadashov y el camerunés Nelson Mandela.

Por si fuera poco, también ha incorporado al lateral alemán, con raíces angoleñas, Danny da Costa, al mexicano Carlos Salcedo y al suizo, pero caboverdiano de nacimiento, Nelson Fernandes.

PREVALENCIA LATINA

Línea a línea, el Eintracht luce todo tipo de banderas.

En solo dos temporadas, el finlandés -nacido en Bratislava- Lukas Hrádecky se ha ganado un sitio entre los mejores porteros de la Bundesliga.

Heinz Linder, su segundo, jugará la próxima temporada en su país de origen, Suiza.

La defensa se caracteriza por el toque hispano. Al recién llegado Salcedo se suman David Abraham (Uruguay), Andersson Ordoñez (Ecuador) y hasta hace muy poco Jesús Vallejo, quien volverá al Real Madrid, y el lateral uruguayo Guillermo Varela, que todo parece indicar que regresará al Manchester United debido a su acto de indisciplina en la previa de la final de Copa.

Otro que pondrá rumbo a la Premier, tras terminar su cesión por parte del Chelsea, será el jamaicano Michael Hector. 

Timothy Chandler -nacido en Londres pero internacional con Estados Unidos-, el israelí Taleb Tawatha, el joven central turco-alemán Furkan Zorba y los alemanes Bastian Oczipka, Marco Russ y Yanni Regäsel completan el plantel defensivo.

El español Omar Mascarell, cuyo padre es de Guinea Ecuatorial, encabeza la lista de centrocampistas extranjeros del Eintracht, que continúa con el mexicano Marco Fabián y los serbios Slovodan Medojevicy Mijat Gacinovic.

El apartado alemán recae en Marc Stendera, Max Besuschkov, Aymen Barkok y Miguel Blanco-López, estos últimos de origen marroquí y español, respectivamente.

El croata Ante Rebic es uno de los atacantes que saldrá este verano, al igual que Shani Tarashaj -suizo pero con raíces kosovares- y Haris Seferovic, suizo de origen bosnio que militó en la Real Sociedad.

Branimir Hrgota, nacido en Kosovo pero con doble nacionalidad sueca y croata, cierra la parte de arriba junto a los alemanes Alexander Meier, Marius Wolf y Danny Blum. 

BOBIC COMENZÓ LA REVOLUCIÓN

"Necesitamos jugadores que lo den todo. Me da igual que se llamen Waldschmidt o Waldcic", reconoció hace un año en declaraciones a BILD Fredi Bobic, director deportivo del Eintracht desde junio de 2016. "Estamos lejos de querer construir un grupo multicultural pero son jugadores que se ajustan a nuestro enfoque de jugadores por desarrollar. Creo que tenemos una mezcla saludable".

Económicamente, el vigente subcampeón de Copa no puede permitirse grandes inversiones y debe peinar el mercado europeo y mundial en busca de jóvenes promesas.

De ahí la contratación de la portuguesa Helena Costa, primera ojeadora que trabajará en la Bundesliga, cuyo objetivo será el de encontrar jóvenes talentos a precios asequibles.

Quiera o no, Las Águilas son todo un crisol de nacionalidades, una torre de Babel que parece seguir creciendo y creciendo. De momento, la apuesta les está dando resultado.